lunes, 20 de junio de 2011

1.248 horas

1.248 horas fueron suficientes para que la fusión de Juan y Camila, marcara el tiempo de sus vidas. Ella una diseñadora y el un matemático. Ella de sonrisa aparente y el de sonrisa indecente. Ella, que guarda en su mochila, las imágenes trazadas con su lapíz, del cuerpo desnudo de él, que posaba frente a ella, mientras él conseguía la fórmula matemática exacta para mantener vivo el amor. 52 días, 1.248 horas, 74.880 minutos y 4.492.800 segundos, donde el reloj iba avanzado y el misterio de la cercanía de la lejanía, los iba invadiendo. Ella tomo ese avión un día de octubre, él se quedó, pero ella guardo en su memoria, lo maravilloso de esas 1.248 horas.

Maga

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