Isabel

Isabel se quedo sin nada. Se quedo calva de tanto engaño, solo escuchaba Beethoven tumbada en su sofá, porque la recomponía. Jugo a ser su musa, su esposa, su amante, su madre y él una vez más, hasta donde pudo,  chupo su sangre caliente que fluía por sus venas. Sin mas volvió a caer, a buscar en las sombras de su salón la figura de él, que la aturdía;  pero que el sonido de su risa ilusoria, la hacia reír.  Isabel sufría, lloraba e iba haciendo con sus dedos la sustitución de él. A medida que se iba acercando arrebatadoramente a su adentro se percataba que él ya no estaba, que su ausencia la lastimaba, que cómo una débil había perdido las fuerzas de su juventud. Y allí, sin más que palabras cogió el arma mortal y  decidió descender  a otro mundo, que la sumergía en esos colores, donde podía borrar el dolor de su desgano. 

Maga 

Sobreimpresiones

Sobreimpresiones de tu imagen en negativo, que se multiplican y llegan a mi corazón como un recuerdo no olvidado. Un deseo que tu mismo no has dejado, nostalgia de no verte; felicidad de tenerte. Por tu cabeza pasan momentos del cual yo no he desconectado. Tu cabeza volátil, sigue persiguiendo imágenes, sobreimpresionadas de aquel caluroso y mágico agosto. 

Maga 

Ha vuelto la musa

La musa en forma de ti, anoche entro por la ventana de mi habitación. Sin pedir permiso, violo las reglas del silencio y una vez más se sentó al lado de mí,  para contemplar mi sueño. Mientras yo dormía, tú me observabas, mientras tú me observabas, yo soñaba contigo y te sentía como a nadie, en ese instante, te sentí rozando tu mano por mi espalda, para aliviar el dolor que han provocado mis constantes errores de pretender sustituirte. Me he equivocado muso, y lo admito, te pido perdón por empeñarme en buscar a otro que pueda darme la inspiración de tu fuente, que sólo contigo, he descubierto.

Maga 

Translúcida

 Translúcida es tu llamada nocturna que ahoga mi mente. Te presentas una vez más en mi inconsciente en forma de sueños y en pocas horas vuelves a transgredir con tu voz translucida mis oídos. El ritmo de tu voz se apodera de mí, me voy quedando sin armas para luchar.  

Maga 

Valiente

Valiente es quién se quita los tapones de los oídos, para escuchar ese grito del otro lado del mar.

Valiente es quién desata las ataduras de sus pies y corre hacia el amor añorado.

Valiente es quién, abre los ojos y va a por ello.

Valiente es quién con su espada lucha contra el tiempo imperfecto.

Valiente es quién coge las llaves de esa puerta ya cerrada y busca abrirla sin miedo.

Valiente es quién se para frente a él, y se deja caer.

Maga  

Sintonía

La sintonía de tus pensamientos llega a mí en barcos de papel. Cruzan el Mediterráneo desde el Caribe, enfrentándose a las fuertes mareas, al profundo mar, a los monstros marinos. En divergencia traen consigo los mensajes telepáticos de tu interior, y una vez más te siento, cerca, sin estar, estando. 

Maga 

Debilidad

¿Cuántas veces nos hemos prometido rechazar la debilidad?, yo muchas, ya he perdido la cuenta, ya las sumas, multiplicaciones se han restado y dividido, dejando como resultados cifras que pasan de seis dígitos. Y vuelvo a tener esa debilidad, la debilidad por su olor, por sus besos, sus manos que recorren mi existencia, y abren mi corazón. La debilidad de comprenderlo, que no da cabida a la decepción. La debilidad de escuchar sus palabras bonitas, que poquito a poco, se van colando en mi razón. La debilidad al leer esas líneas que con tinta china, contribuyen a la debilidad. 

Maga 

La gata maúlla

Ella grita sin parar, se masturba, se auto masturba, se relaja, se posa frente al espejo del salón, se acerca, no puede reconocerse, es una gata que maúlla, que maúlla fuerte. Se limpia sus pelaje gastado, grita, lo sufre, mira hacia atrás y ve venir a  ellos, a él para saciar sus ganas. Ella se refugia en su dolor, un dolor que arden en sus ovarios, en su adentro, por eso grita para desprender todo eso que le quema por dentro. La gata maúlla para que su amante la pueda, escuchar del otro lado del mar. 

Maga