domingo, 27 de febrero de 2011

Mujerografía: Frida Kalho.

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, conocida por todos como; Frida Kalho, nació en Coyoacán-México, el 6 de julio de 1907 y falleció el 13 de julio de1954 en su ciudad natal. Tercera hija del fotógrafo Guillermo Kalho y Matilde Calderón.

A los 18 años de edad, fue víctima de un accidente de autobús, donde sufrió una grave lesión en la columna vertebral, lo que la imposibilito a caminar.

De esta manera, Frida perdió la habilidad temporal para caminar y su amor de adolescente “Alex”, quién se fue a Europa, luego del accidente de Frida. Sin embargo, Frida tuvo como cómplices un caballete y un espejo, que le hizo refugiarse en la pintura, haciendo su auto retrato, compuesto por dolor, sufrimiento y soledad.

“Pinto auto retratos porque estoy mucho tiempo sola”.

“Mi pintura lleva con ella el mensaje del dolor”.

“La pintura completa mi vida”.


“Nunca pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad


Milagrosamente, Frida recupero la habilidad de caminar, aunque ella seguía sufrida porque fue sometida a más 30 operaciones.

A partir de allí, empezó a frecuentar grupos de artistas y pintores mexicanos, y se acerco, a Diego Guevara para que la ayudara a enfocar su carrera como pintora. Lo que ella no sabía, es que el “Barrigon” Diego Guevara, se convertiría en su mejor amigo, compañero revolucionario, mentor, amado esposo y dolor tormentoso.


En agosto de 1929, Frida y Diego, se casaron, los próximos 25 años juntos, estuvieron cargados, de amor, sexo, dolor, infidelidades, lealtad, logros y fracasos en la pintura. Frida y Diego viajaron expusieron en Nuevo York y París, contribuyendo potentemente en la pintura mundial.

Frida amo intensamente a Diego Guevara, sin embargo se conecto y tuvo un romance con el revolucionario ucraniano, quién desarrollo su carrera en Rusia, León Trotsky, cuyo romance duro poco y la Casa Azul de Frida(su mayor refugio) fue testigo de esta pasión.


Como ella decía, enseño a su dolor y sufrimiento a nadar como un veloz pez, para que no se ahogara en las profundidades del mar. Como una domadora de leones, no logro que Diego fuera del todo suyo, pero sí consiguió domarlo y producir en el, un amor verdadero.

Ella utilizo su figura, rota y remendada para nutrir su pintura, sacando de su interior su dolor.

Fue una mezcla entre hombre y mujer , hombre porque se hipnotizaba por la belleza femenina, cuando se iba a la cama con mujeres y hombres, cuando cambiaba el colorido y exótico vestuario para colocarse un traje gris y corbata.


A su vez, era una chica, cuando lloraba por amor, lucia sus joyas y coloridos vestidos, creía en el matrimonio y fidelidad, quería ser madre, luchadora política, admiradora de su padre y lo más bonito de esta mujer, fue la capacidad que tuvo para perdonar, no decaerse por el dolor e insistir en lograr sus sueño, que entre ellos era exponer los cuadros en su país, donde llego llena de valor a la exposición, postrada a la cama.


Frida fue una mujer que se involucro sexualmente con muchos, sentimentalmente con dos; pero sin duda, fue uno el que habitó en su corazón, su barrigón Diego Guevara.


“Te amo más que a mi propia piel

Frida Kalho.

Maga


viernes, 25 de febrero de 2011

El trastero del suicida.

En el trastero del suicida, duerme la cobardía y se esconde la valentía.

En el trastero del suicida, las ratas se van comiendo los restos de dolor, que se han ido dejando.

En el trastero del suicida, se oculta los trastos que fueron de él.

En el trastero del suicida, se deja la compañía.

En el trastero del suicida, chocan los silencios contra el ruido constante.

En el trastero del suicida, se guarda la compasión por no poder parar al suicida.

En el trastero del suicida, se encubre las causas de la huida de la vida.

En el trastero del suicida, se guardan los planos de las vías a la muerte.

En el trastero del suicida, aún está el olor de ese valiente o cobarde, que un día decidió acabar con su vida.

Maga

jueves, 24 de febrero de 2011

Imágenes Parte II

Imágenes 7:

Una tijera enorme, que se ve en el cielo azul, su sombra se refleja en el mar y veo como va cortando la cuerda que unía a ese hombrecito del sur y esa mujercita del norte.

Imágenes 8:

Un rostro idéntico a ese ser inexistente. Se funge cada vez que ella se acerca. Ella lo ve, y no puede creer que existan dos caras iguales, dos cuerpos idénticos, dos espaldas tan parecidas, dos olores similares y, es que su cerebro está generando un paralelismo en el tiempo

Imágenes 9:

Un ninja desnudo. Se infiltra por la ventana de la habitación de la Bella Mumiente. Ella duerme profundamente, el levanta la sabana lentamente, para que ella no despierte.

Imágenes 10:

El grifo de la ducha cargada de agua fría y abundante cae en el cuerpo de los amantes. Pasan horas, debajo de la ducha, en silencio. Sólo ella lo contempla, como cada gota de agua moja su piel y él junto a ella, la contempla observando cómo su cabello mojado destiñe colores variados.

Maga

miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Cómo conservar?

¿Cómo conserva el pescado fresco?, cuando lo tenemos congelado dentro del frigorífico.

¿Cómo conservar una piel con pocas arrugas?, cuando ya los 60 están llegando.

¿Cómo conservar el peso correcto?, cuando la ansiedad, se apodera y comes todo lo que está en la despensa.

¿Cómo conservar el tatuaje en la espalda?, cuando la lluvia ha corrido la tinta.

¿Cómo conservar la postura perfecta?, cuando no existe el equilibrio.

¿Cómo conservar los recuerdos?, cuando la memoria se vuelve silente.

¿Cómo conservar la distancia? , cuando los millones de kilómetros, no son lo importante.

¿Cómo conservar la sonrisa?, cuando las lágrimas tiñen el rostro.

¿Cómo conservar las palabras?, cuando el viento juega con ellas, como un cometa y se lo lleva.

¿Cómo conservar el pasado?, sí el presente lo ha borrado.

Maga



lunes, 21 de febrero de 2011

Luna Lunera

Te ibas desnudando, sin darnos cuenta.
Querías hacer de tu exhibición un momento inolvidable y lo lograste.
Poco a poco fuiste pasando de un naranja de tarde, a un amarillo, para luego lucir el elegante plata de noche.
Todo el que pasaba, hizo un stop, subimos nuestras miradas y te vimos paralizada en el medio de la nada.
Conocimos tu gran astucia, de apoderarte de la piel del sol.
Ibas pintando el mar, reflejándote en su tranquilidad.
Nos iba demostrando porque eres el único satélite natural existente, tú luna luna lunera.

Maga

Cobarde

Cobarde, por dejarle el dulce caramelo en la boca, y tener miedo ha quitárselo.

Cobarde, por permitir que entre en tu espacio nocturno, y que aún te aterre perderlo.

Cobarde, por armar maletas y salir huyendo, cuando aún tenían tantas cosas en común.

Cobarde, por no saber decir la palabra correcta, con el ánimo correcto y en el sitio correcto.

Cobarde, por no tener el valor de plantearte ante él, para acojonarle.

Cobarde, por no mantener tu postura hasta al final, por no querer olvidarle.

Maga

viernes, 18 de febrero de 2011

Un Ladrillo

Te he guardado en mi bolsillo,
para saber que aún estas conmigo
en forma de un ladrillo.

Maga

jueves, 17 de febrero de 2011

Estaciones

En primavera, te conocí.
En verano, te quise.
En otoño, te dejé.
En invierno, te olvide.

Maga

miércoles, 16 de febrero de 2011

El pasado nos alcanza

Una canción que nos transporta a la época del cole, nos acerca al pasado.

Una palabra pronunciada en voz baja, nos roza, con lo que hemos dejado atrás.

Una persona que olvidamos o simplemente no miramos, regresa del pasado a enfrentarnos.

Una risa que escuchamos en la calle, nos hace recordar algo dejado.

Un olor que penetra nuestro olfato, nos hace viajar al pasado.

Un dolor vivido hace años, se nos presenta, sin avisar.

Algo que hemos dejado en la vitrola más antigua, vuelve a sonar en el presente.

Un recuerdo difuminado en blanco y negro, se nos tiñe de color en el ahora.

A veces volteamos atrás, queriendo o sin quererlo; pero es inevitable frenar al pasado porque el siempre; como una ola gigantesca, nos alcanza.

Maga

martes, 15 de febrero de 2011

Grietas

Por una mirada tuya, se abrió una grieta en mi corazón.

Por un beso mío, se hizo una fisura en tus labios.

Por una palabra tuya, las aberturas de mi alma, ahora son mayores.

Por una caricia mía, se te agrieto tu blanca piel.

Por quererme a tu manera, se rajo una parte de mí, que aún no concibo saber.

Por quererte a mi manera, se cuarteo tu mente, que ahora me olvida.

Grietas infinitas, latentes y recientes, que contribuyen a esta agonía.

Maga

lunes, 14 de febrero de 2011

Cuando ella llega

Cuando ella llega, no toca a la puerta.

Cuando ella llega, viola las reglas.

Cuando ella llega, se apodera de todo.

Cuando ella llega, no tiene piedad.

Cuando ella llega, muchos se alejan y otros se acercan.

Cuando ella llega, la humedad sale de las paredes.

Cuando ella llega, se quiere perdonar.

Cuando ella llega, las lágrimas brotan si parar.

Cuando ella llega, prepara las maletas, para llevarse a ese acompañante a hacer un viaje sin regreso.

Maga


Premios

Una estatuilla, que se desgasta en la estantería, vigilando quién entra y sale de la tristeza.

Una medalla, que agoniza en el interior de una caja de zapato, escondida en el armario.

Un trofeo, que acompaña a los que, se quedaron en el pasado.

Una corona, que tras el fino cristal, es admirada por muchos.

Un galardón, para etiquetar la excelencia.

Un premio que está cerca.

Maga

miércoles, 9 de febrero de 2011

Por los dos lados

Tropezamos con una moneda en la vía, nos agachamos para cogerla, la miramos, pensamos si guardárnosla en el bolsillo, dejarla o simplemente, lanzarla hacia arriba, es la mejor opción para dejar que nos caiga la suerte.

A veces, esa misma moneda la vemos por los dos lados, por ambos caras; pero nos cuesta distinguir qué lado es el bueno o el malo, porque son tan iguales, tan exactos y cercanos.

Casi siempre, en la vida, nos tropezamos con una moneda que se empeña en caer en nuestra palma de la mano, por un solo lado, el lado bueno; pero cuando decidimos dejarla guardada, un rato más en nuestros bolsillos y sacarla; para volverla a mirar…sazzzzz….no muestra la cara mala. Por eso tenemos que empezar a ver con más detalle, la moneda por los dos lados.

Maga

lunes, 7 de febrero de 2011

CONSTANCIA

Ayer repetías, mientras dormía, una y otra vez, una palabra. Una palabra que se me perdía, entre las plumas de mis almohadas. Una palabra, que la escuchaba de cerca y me animaba, una palabra que alguna vez, la construimos juntos. Una palabra que me repites, cuando estoy decaída. Una palabra que se enreda en mis rojizos rizos. Una palabra, que hemos escrito en nuestras espaldas, para poderla leer cada uno. Una palabra, que me susurrabas en mi sueño nocturno, esa palabra es: CONSTANCIA.

Maga

sábado, 5 de febrero de 2011

La picua y la niña

Alicia nació en todo el corazón de la Costa de Oro, en medio del mar, en un peñero de pescadores, rodeada de redes, carretes y carnadas. Su padre, el llamado Largo, era el pescador más audaz, paciente y chichara chero del pueblo de Ocumare, casado desde hace 8 años con Josefita; pero con 12 años de amores antes, y 3 hijos varones que se dedicaban a la pesca y ha pasear turistas por la Ciénaga, los tres muy arrejuntados con sus novias, y le habían hecho a Josefita y Largo ser abuelos antes de tiempo.

Un día a las orillas de la arena, en pleno verano ardiente, con el vaivén del agua cristalina, y rodeados de caracoles de múltiples tamaños y colores, con la traviesa brisa del mar, Josefita y Largo unían sus cuerpos desnudos, atolondrados y torpes, en búsqueda de un cuarto varón. Lo que no se imaginaron, fue que a los 6 meses después, nacería una hembra, negrita, barrigoncita, de ojos miel, de cabellos largos e incrustados con caracoles blancos.

Alicia llego de sorpresa, durante el amanecer, recién saliendo el sol radiante, con la marea alta, el agua fría, el viento que soplaba fuerte y movía el peñero de una lado a otro, en plena pesca de dorado, entre redes, carretes, carnadas y 5 picúas, que reposaban dormidas en una bolsa plástica con agua salada. Josefita expulso a aquella muchachita gordita, negrita, llorona; pero sonriente, con cabello negro oscuro y 3 caracoles blancos incrustados en tres mechones de su cabello.

Josefita, acostumbraba a acompañar a su marido e hijos a pescar dorados una vez a la semana; pero ese, un miércoles 12 de enero del 2008 nació Alicia la niña de los cabellos de caracoles. Su primer llanto fue escuchado en toda la Costa de Oro, paralizó a cada ser viviente que habitaba la región, menos el mar, que con su bravía alma, no paró. Las cinco picúas se vieron los rostros y la picúa más grande violo la seguridad de la bolsa y salto hasta donde estaban los peces dorados para acercarse al pequeño rostro de la recién nacida.

La picúa habilidosa se escondió entre los cabellos de la niña, y cuando Josefita fue a cargar a su muchacha para darle el primer apretujón, la picúa se cayó al agua. Largo prendió los motores del peñero y la picúa apresuro su nado, lucho contra las olas, hasta que con un salto se impulso para volver a la superficie de la lancha, ni las 4 picúas restantes, ni los peces dorados, ni Josefita, ni Largo, ni los tres varones se habían percatado de la falta de la quinta picúa.

La única que se dio cuenta de la falta de su nueva amiga y guardiana era la pequeña Alicia, que veía de un lado para el otro y no veía a la picúa, los tres caracoles blancos le hablaban a Alicia, diciéndole que no se preocupara que ella podía tener 4 picúas más, que dormían en la bolsa de plástico, pero Alicia quería era la quinta picúa, la picúa que había saltado hacia sus cabellos negros, que se escondía en ella, que iba hacer su cómplice de aventuras durante muchos años más.

Cuando el peñero llego a las orillas de la Boca, estaban llegando otros lancheros y pescadores. Al levantar las miradas en el horizonte, se dieron cuenta que una pequeña niña era alzada entre el viento desde lejos, vieron la sonrisa, los ojos mieles y los cabellos de caracoles.

Josefita pensó que eran unos caracoles que se le habían incrustados durante el nacimiento, y trato de quitárselos con las manos y nada, tomo un cuchillo para arrancárselos y no se quitaban, corto uno de los mechones de cabello con caracol e inmediatamente y rápidamente volvió a crecer uno. Tres caracoles que habitaban desde la concepción de la pequeña Alicia, que dormían con ella en el vientre de su madre, que vinieron con ella como los ojos, los brazos, las piernas, su cuerpo, su corazón todo. Alicia era seis mesina, en el pueblo decían las viejas que los seis mesinés eran hijos del mar, eran hijos de Yemaya, pertenecían al reino marino, a las profundidades del mar, podían comunicarse con los peces, camarones, calamares, cangrejos, pulpos, tortugas, entendían su lenguaje, solo el mar les daba la fuerza, la hacía crecer; pero Alicia era única, seis mesina, nacida en medio del mar y con tres caracoles incrustados en sus cabellos.

La vieja Pancha (104 años de vida, nacida, criada en el pueblo) curandera del pueblo, al ver que Josefita trataba de quitarle los caracoles a Alicia, le detuvo la mano a Josefita y le dijo: “Hija no desafié a la naturaleza del mar, su hija es una entre ninguna” la vieja se retrocedió y se fue caminando por la orilla de la playa.

Maga

La Maison en Petits Cubes


A veces es acertado, colocarnos un traje de buzo, para ver nuestro pasado en el fondo del océano.


viernes, 4 de febrero de 2011

La Sirena Cantarina

La sirena cantarina, ayer despertó debajo de las frías aguas del mediterráneo. Ella con su cola de pez, nadaba apresuradamente, huyendo de los gigantes peces que la querían comer. Su belleza voz y peligroso atractivo hipnotizaban a todos los vivientes del fondo del mar; pero la sirena dejo de cantar, porque se le fue apagando su dulce voz.

martes, 1 de febrero de 2011

Febrero

Febrero el mes más frío del año, la humedad hace figuritas en los cristales de la ventana y tantas veces los empaña. Mes donde las sirenas guardan secretos, la emoción aún está viva y la concentración no se deja sabotear. Mes que según su ánimo regala 29 días; pero es el más corto de todos. Mes en que los hombres y mujeres se caen a mentira para impresionar, mes donde mi patria recibió un duro golpe, mes que va desvistiéndome sin darte cuenta.

Maga