viernes, 31 de diciembre de 2010

Un Abrazo

Arranco mis brazos, los coloco en el interior de una caja y los envió por correo postal hasta tu puerta. Ellos llegan hasta ti, tú abres la caja, lees una nota que viene desde el otro lado del atlántico, que dice: “Mis brazos son los enviados para darte un abrazo”. Sacas los dos brazos del interior de la caja y te das cuenta que si no está mi cuerpo completo, un abrazo no puede darse.
La distancia y las barreras invisibles nos hacen querer y necesitar abrazar a esa persona que queremos con toda el alma, nos hacen buscarlo en los sueños para abrazarlos y sentirlos o simplemente nos hace querer arrancarnos los brazos y hacerlos llegar hasta él o ella.

Gaby

jueves, 30 de diciembre de 2010

Agua y sal

Tu agua, yo sal, nos vamos mezclando, yo me disuelvo en tu profundidad.
Yo agua, tú sal, juntos damos vida a miles de organismo que viven dentro de ti.
Tú agua y yo agua, iguales sobrevivimos en este mundo.
Yo sal y tú sal, idénticos, proporcionamos el sabor a la vida.
Agua y sal, agua de mar, testigo de nuestra unión intangible.

Gaby

martes, 28 de diciembre de 2010

Tú que no has querido perder las múltiples batallas,
has regresado a mis sueños para matar mis pesadillas.
Tú que con tu olor penetraste mi piel sin pedirme permiso,
has hecho de mi una mujer adicta a tu olor a mango excesivo.
Tú que con tu grave voz, haces que me levante de noche,
has conseguido que yo despierte feliz, llena de goce.

Gaby

Rostros subterráneos

Rostros diversos, de ojos grandes o pequeños, verdes, azules, marrones y negros, de miradas a medias, o profundas, a veces distantes, sobre saltadas, unas dedican la vista a las líneas de un libro, parando para mirar por la ventanilla, otros desvían la vista hacia arriba o abajo, depende del humor de ese día, muchos ojos se enfocan en saber los sucesos que sorprenden esa mañana, esa tarde o esa noche, y unos que esconden su sonrisa bajo la barba, rostros extraños, ajenos, duros, malos o buenos, sinceros o mentirosos, rostros que se confunden entre tanta gente, que se balancean de un lado a otro, según la velocidad o ritmo del tren, en que viajan a través del subterráneo.

Gaby

viernes, 24 de diciembre de 2010

¿Héroes o villanos?

¿Estamos en mundo dominado por héroes o villanos?, ¿buenos o malos?, más cerca de nosotros están aquellos que se disfrazan de héroes, realmente son villanos que roban a los héroes capas y espadas, sus palabras, se tapan con una máscara falsa, defiendo su ego, son despiadados sin importarles el otro. Existen héroes que se cansan de luchar contra los anti-héroes, se dejan vencer por los planes maléficos de los villanos, se rinden ante ellos. Sin embargo, el héroe que yo conozco,es el mejor, no tiene capa, ni espada, ni armas, ni fuerzas sobrenaturales, simplemente cree que hasta el más villano puede cambiar y en eso está la esencia de un héroe.

Gaby

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Dónde duerme la verdad?

La verdad se esconde en el conteiner de basura de las calles húmedas y frías de mi ciudad. Silente, es sorprendida por los camiones que pasan todas las noches y la llevan al vertedero, donde la verdad pasa la noche, volviéndose miserable, sucia, abandonada, difamada, su ímpetu de transparencia se va manchando, su arrogancia de absoluta se va perdiendo. Comienza a olor feo, a pudrirse y nosotros con una mascarilla nos tapamos las narices y pasamos de ella, mientras la verdad se descompone.

Tanta Oscuridad

Mi corazón se tiñe de negro poco a poco, en vez de sangre lo bombea un líquido espeso y negro como el petróleo, no puedo comprender porque hay tanta oscuridad. ¡Sí es cierto! , existe lo oscuro y lo podemos palpar; pero ¿qué es lo oscuro? , nos pasamos la vida creyendo en lo malo y lo bueno y nunca pero nunca podemos entenderlo, la mezcla de estos dos, que enemigos son, andan cogidos de las manos. Nos preguntamos constantemente, ¿por qué sucede lo malo? y hallamos tantas respuestas, que nos olvidamos y reclamamos a otros hombres por la transgresión de la inocencia, la mutilación de la naturaleza, que lo único verdadero que nos queda. ¿Por qué existen personas que se empeñan en alejarnos de lo que nos hace feliz? se dedican a quemar las ilusiones, las creencias, la voz de un niño, el verdor del árbol que luego arde en llamas, ha turbar el mar y no paran por un momento, y nosotros tampoco lo evitamos, y no hacemos un stop para darnos cuenta de cómo está el mundo hoy con tanta oscuridad.

Locura

Elevo mi mirada hacia el cielo en búsqueda de tu rostro, que normalmente se transforma en nube. No logro ver nada, hay mucha neblina, es que las nubes están tristes y no dejan de llorar por tu dolor. Un dolor que es ajeno, es tuyo; pero que invaden a las nubes. Un dolor que se acelera y te arrastra a esa habitación exageradamente blanca (entre as nubes grises), donde esa fulanita te ata los brazos, para que no hagas daño, te tapa la boca con cinta adhesiva para que tus gritos no alteren los nervios de los otros, te vas transformando en un ser incomprendido, oculto, abducido por una fuerza que te domina ¿Será la locura?

domingo, 19 de diciembre de 2010

La musa felina

2 a.m. de la madrugada, unos se han ido inocentes a sus casas a dormir, otros han seguido la marcha, muchos se han rendido en medio de la calle, otros se han escapados sin decir nada; pero la musa ha atravesado valientemente las estaciones de su indiferencia para encontrarse con el poeta. Él la espera, fumando una pipa y tomando una copa de vino desde su ventana, ella viene del otro lado de la acera caminando con pasos rápidos para que nadie la vea, esquivando la luces de los postes para que su sombra no pueda reflejarse en la paredes de los edificios, ella va por él, sin vergüenza, sin miedo, sin prejuicios, se convierte en la musa felina, es la mezcla entre la diosa de la inspiración y la cazadora sigilosa del poeta, nadie la ve, ni la escucha, solo él en la oscuridad de su piso, la siente, la toma, la devora y ella entra en su mundo sin pedir permiso, un mundo anónimo, solitario, invisible, intangible que ha ella le gusta, le excita, le encanta. La musa felina captura al poeta (su presa) con sus afiladas garras, con un tenaz mordisco y su fuerte rugir invade al poeta.

Gaby

Cuerpo Transgredido

Cuerpo pequeño, ajeno, andante, casual, desobediente, solitario ¡Sí, es tu cuerpo!, tu cuerpo semi atlético, de buenas nalgas y duras piernas, de manos literarias que se adueñan de mis senos, de lengua con tinta china que dibuja versos en mi espalda y escribe prosas en mi vientre, tu cuerpo sin normas, sin leyes, tu cuerpo transgredido que se entrega a mí en forma desmedida.

Gaby

sábado, 18 de diciembre de 2010

RECONCILIACIÓN MOMENTÁNEA

Nos plantamos o huimos de ese ser que hemos extrañado tanto, escribimos o borramos sílabas sabiendo que existe una fina pared que nos separa de esa persona que queremos tanto, decimos frases profundas al viento para que viajan a través de él y lleguen a los oídos de aquel muchacho o muchacha que sentimos tan cerca; pero que sabemos que está lejos, pronunciamos palabras contenidas que están aparcadas muy dentro de nosotros y cuando escuchamos su voz al otro del teléfono, nos debatimos por seguir creyendo, pulsamos teclas para escribir líneas cortas de amor y dolor, de odio y pasión. Así estamos, consecutivamente llenándonos la cabeza de pensamientos efímeros que nos hacen querer o no, creer o no, seguir o no, luchar o no, regresar o no, perdonar o no, a veces nos impulsan a correr, huir a una isla, encerrarnos en la paredes de nuestra habitación con la persianas abajo, cuando la luz del sol lo ilumina todo afuera, retomamos la historia vivida o la dejamos a media página, recordamos, sufrimos, gritamos, lloramos, odiamos, amamos y en ese justo instante donde estamos tan tristes, desolados, decepcionados, sin armas, porque ya hemos parado, hemos estacionado todos los pensamientos malos o buenos, dejando pasar todas las voces suaves o duras que nos susurran al oído y es así, cuando dejamos entrar a ese él o ella, bien sea en forma física, que lo podamos tocar, o por palabras que la podamos escuchar, o por líneas digitales que las podamos leer y las sintamos tan sinceras, tan de él o de ella, nos dejamos llevar, sin pensar en lo que sucedió en el pasado, ni lo que ocurrirá en el futuro, solos dos almas magnéticas que en ese momento se juntan, sin palabras, sin preguntas ni respuesta, solo dan paso a la una RECONCILIACIÓN MOMENTÁNEA.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Olor

Olor a mango que sale de tu boca,
hace que mi corazón palpite a mil por hora.
Olor a menta que sale de tu espalda,
hace que mi piel se refresque día a día.
Olor a canavi que sale de tu cuerpo,
hace que mi risa no pare ni un momento.
Olor a cacao que sale de tus manos,
hace que mi adentro se llene de placer.
Olor a café que sale de tu cuello,
hace que me despierte y deje mi sueño.
Olor propio de ti, que sale de tu ser,
hace que mi alma siga añorándote.

Gaby

Los Niños

En la inocencia de los niños reposa la verdadera magia de la existencia. Esos pequeñines que nos cautivan con sus sonrisas, sus lenguaradas, sus travesuras, sus juegos, sus palabras sabias, su inteligencia y sinceridad, que están de un lado a otro, que se esconden en los rincones de la casa, que inventan historias, juegos, que no paran de hacernos sentir vivos, de creer en el amor puro, nos despiertan para que nos demos cuenta de que de ellos tenemos que aprender, debemos de aprender esa parte tan sencilla que es ver los problemas no de un tamaño gigantesco, sino de un tamaño real, de vivir el presente, de ser sinceros con nosotros mismos y con los demás, de transmitir lo que sentimos y pensamos. Los adultos debemos de comprometernos con los niños en cuidarlos, quererlos, amarlos y serles sinceros, no seguir destruyéndoles el mundo, porque ellos también tienen derecho de disfrutar su infancia como lo hemos hecho nosotros mismos. Tenemos que volvernos niños, bajarnos a su estatura y entrar en el mundo de colores que ellos nos dibujan día a día, para comprender su lenguaje.

Gaby

jueves, 16 de diciembre de 2010

Atar mis manos

Me he colocado unas cuerdas gruesas para atar mis manos y dejar de escribirte, pero ellas se empeñan en llevar a versos tu imagen, ellas son las únicas que todavía te extrañan, quieren tocarte, acariciarte, sentirte, darte placer. Ellas como niñas traviesas se desatan y yo las vuelvo atar. Mis manos se desanudan una, dos, tres, cuatro y cinco veces y se empeñan en escribirte.

Gaby

La coleccionista de piedras

Pilar desde muy chica se iba a las orillas del mar a buscar piedras, no descansaba hasta obtener rocas de diversos tipos, formas y colores. Así transcurrieron los años y Pilar se dedico a tallar piedras, de ellas hacia diversas figuras, que luego se las vendía a los turistas que visitaban la isla donde ella había nacido y aún vivía. Durante 31 años Pilar poseía miles de piedras que reposaban en el interior de su armario; pero su roca preferida era una volcánica de color negro, redonda y pequeña. Una noche tallando la figura de una mujer desnuda, bajo la luz tenue de su habitación, la brisa cálida que entraba por su ventana y el reflejo de la luna, decidió devolver todas esas piedras al mar. Fue por unas cajas para guardar las piedras y se fue en su furgoneta hacia la playa. Una vez que llego al mar, en las orillas fue lanzado una a una al agua, y cuando fue a arrojar la negra, la piedra se adueño de sus manos y no dejo que la tirase al agua. Desde ese día Pilar tiene adherida a su mano derecha una piedra volcánica.

Gaby

El visitante nocturno

Se abre la puerta de la habitación sigilosamente. El caballero entra y mira a la dama que duerme profunda en su cama de sábanas blancas. El se acerca, la huele, sabe que ella sigue usando el perfume de siempre, ella con sus ojos entreabiertos, mira al caballero borroso, los cierra, suspira y sigue durmiendo. El susurrándole a sus oídos que la extraña, le canta bajito, la abraza y la besa, el se levanta, regresa a la puerta y se marcha. Ella despierta y siente que el caballero ha estado en su cama, porque ella sabe que el olor que huele es el de él.

Gaby

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Lenguaje del Sentir

Sentir el sol abrazando cada parte de mi piel, bañando mi rostro, mi cuello, mis senos, mi abdomen, mi vientre, mi sexo, mis piernas, mis pies, mi espalda, mi pompis, me hace no pensar en nada…

Sentir la brisa batiendo mi cuerpo entero, viendo mover mis senos, me excita…

Sentir la arena protegiendo mis pies, jugando con mis manos, me encanta…

Sentir el agua salada penetrar cada orificio de mi cuerpo, me purifica…

Sentir la verdadera armonía con la naturaleza y mi cuerpo, es lo que me hace despelotarme y tumbarme en la arena, sin pudor, ni vergüenza, ni prejuicios, solo el contacto con ella y yo, es nuestro lenguaje del sentir.

Gaby

Lava Soberbia

Lava soberbia que fluyes por las arterias de mi corazón, te lo llevas todo, me quemas por dentro sin compasión, me duele el corazón, es que la lava soberbia se empeña en arrasarlo todo, insiste en agrietar y deformar mi adentro; pero ha logrado solidificar mi alma, ha formado pequeñas rocas volcánicas dentro de mí que han sido los obstáculos para que este amor no salga por mi boca en forma de lava.

Gaby

En una isla

En una isla, mi cuerpo flota a mar abierto.
En una isla, mi cuerpo se posa desnudo sin principios.
En una isla, mi cuerpo explora misterios que reposan debajo de la tierra.
En una isla, mi cuerpo se aquieta en la firmeza de la arena.
En una isla, mi cuerpo adquiere energías volcánicas.
En una isla, mi cuerpo olvida recuerdos de amores dejados.
En una isla, mi cuerpo dialoga con miles de peces.
En una isla, mi cuerpo descubre un tesoro perdido.
En una isla, mi cuerpo se aísla.
En una isla, mi cuerpo se embellece, se vuelve femenino.
En una isla, mi cuerpo se aleja de ti.
Gaby

sábado, 11 de diciembre de 2010

Mundo Flotante

Me dejo caer de espalda en la superficie de la piscina azul. Floto, cierro los ojos, los abro, los vuelvo a cerrar, siento como aquella agua penetra cada poro de mi cuerpo, cada rizo de mi pelo, la tela de mi bañador, como mis oídos absorben el agua que entra para cantarme, para trasladarme a otro mundo, a mi mundo, un mundo flotante, el agua no me pide permiso para entrar a mi sexo, lo limpia, sube por mi útero, viaja dentro de mí, hace escalas dentro mis órganos para llegar al corazón y luego a mi cerebro, me hace flotar, y allí en silencio sin nada que me perturbe, soy feliz. Mi mundo flotante, me acoge como una niña perdida, el agua se transforma en la cama transparente que no tengo, me volteo, solo veo la profundidad de la piscina, la cerámica azul que brilla, la claridad, la desnudes de los otros nadadores, pero no dejo de flotar, respiro, mi concentración se fija en flotar para no ahogarme, si me sumerjo en mi mundo flotante una vez al día me sentiría mucho más feliz, porque podría ver la transparencia.
Gaby

Fingir

Fingimos, somos los mejores actores en el momento que representamos nuestras mentiras como reales. Fingimos en el súper mercado, a la salida de nuestro portal, en la oficina, en el gimnasio, en la escuela, en la vida, fingimos sin parar así sea por la mínima acción o palabra que nos inventamos ante el otro u otra, o simplemente ante nosotros mismo cuando nos paramos frente al espejo desnudos, negándonos a ver lo que somos por dentro, no queriéndonos ver, preferimos ver lo que cargamos por fuera y sí eso no nos gusta, fingimos, es una salida más fácil, ni en el momento que estamos sin nada, desinhibidos, solos, frente a nuestro frente dejemos de fingir. Ni siquiera arrancándonos la ropa arrebatadamente, quedándonos en pelotas, junto al otro en los instantes más placenteros dejamos de fingir, cuando por algún motivo, casi siempre para hacer creer al otro, fingimos el grito del placer.
Gaby

jueves, 9 de diciembre de 2010

Alguien

Alguien que te acompañe a danzarle a la vida.
Alguien que te diga un consejo pequeño; aunque no le hagas mucho caso.
Alguien con quien debatir los temas del día a día.
Alguien a quien cuidar y proteger en esos instantes de miedo.
Alguien que te escuche, así su atención este en otra dimensión.
Alguien que te inyecte la medicina cuando tu debilidad se apodere de ti.
Alguien con el que puedas soñar un momento del día.
Alguien que con sus manos te aplauda tus locuras; pero también que te ate cuando sean muy extremas.
Alguien que se tumbe a tu lado y te ayude a contar las estrellas o a descubrir las figuras de las nubes.
Alguien por quien te emociones.
Alguien que crea en ti.

Gaby

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sorry

Sorry por no atenderte el teléfono, sorry por no llegar a tiempo, sorry por no contestarte en líneas más extensas un mail, sorry por ir saliendo de casa, sorry por no poder ir a buscarte, sorry por olvidarme, sorry por lo que te dije, no lo quise decir, sorry por quererte tanto, sorry por no perdonarte, sorry por no seguirte, sorry por no estar contingo, sorry aquello, sorry esto…sorry, sorry, sorry, sorry, estoy harta de ver escrito en tus líneas el sorry, de escucharlo, sé que lo sientes, se lo que dices de verás, pero yo ya no quiero, no puedo aceptar un sorry más…no quiero, lo rechazo, me alejo de eso, del sorry, del constante sorry, sin excusas, sin adjetivos, yo nunca lo he podido decir como tu, tan tranquilo, tan seguido y allí del otro lado apretando mis labios y afirmando con mi cabeza, aceptando de mentirillas ese sorry contaste…
Gaby

Tiempo

No paramos ni un momento, andamos de arriba abajo y viceversa, no nos detenemos a ver más allá de lo que tenemos frente a nuestros ojos, no profundizamos y le seguimos echando la culpa al tiempo. Ese tiempo que se nos vuela rápido, que pasa sin darnos cuenta, solo escuchamos el TIC TAC del reloj y queremos andar más deprisa, ganarle a él para que no nos consume, para que nos deje cumplir con la metas trazadas; pero no nos detenemos a contemplar los pequeños y mínimos detalles que nos da la vida.

No podemos prestar nuestros oídos para escuchar al vecino, o al encargado del chiringuito, o a nuestros hijos, o amigos, o padres, no podemos parar nuestras manos para sentarnos frente a un PC y escribir un corto y dulce mensaje al que está lejos, o escribir un sms de dos líneas para el que esta cerca, o más aún divertido comprar una postal o un pequeño trozo de hoja blanca y enviarla por barco al que está desconectado de la tecnología, es que nuestro tiempo no nos permite pensar en el otro, no tenemos tiempo, nunca tenemos tiempo, siempre andamos culpándolo, de nuestro cansancio, del estrés, de nuestras derrotas, de nuestras traiciones, de nuestras demencias y hasta de nuestra dejadez a los otros, por eso inventamos excusas compradas en mercadillos a un 50 %.

No tenemos tiempo de subir la mirada y contemplar el sol, ni la forma de las nubes, ni mirar la luna y pedir un deseo, ni contar las estrellas, ni sumergirnos por un instante bajo el agua, ni ver nuestras sombras, ni la de los otros, no paramos, andamos como torpedos todo el día, accionamos el botón y avanzamos en nuestro día contando los segundos, los minutos, las horas; además de los días, los meses, los año y cuando nos damos cuenta que tenemos todo y vemos que nos sobra el tiempo, ¿Qué hacemos?, nos damos cuenta que hemos dejado de hablar con esa persona importante, de ver a ese gran amigo, de detenernos a curiosear, a observar, a escuchar, a vivir el AQUÍ Y EL AHORA, sin necesidad de que el tiempo nos agobie, porque el tiempo está en su lugar, dedicándose a mover sus agujas, a marcar horarios, distancias, entradas y salidas de personas, a medir cosas, a acompañar la arena y formarse en una, debemos dejarlo en su puesto y tratar de disfrutar lo bonito que nos da.

Gaby

LA TESTOSTERONA

Por más que insistamos en clasificar a nuestros hombres y pongamos el empeño en distribuirlo en los compartimientos de nuestro armario, nos cuesta un motón hacerlo, porque para bien o para mal, los hombres tienen en sus testículos una carga de la detestable TESTOSTERONA.

Sí, esa testosterona que les hace desarrollar músculos, sentirse más fuertes, tener en mayor cantidad apetito sexual, pensar con ella, porque para muchos de sus acciones se les sube la hormona hasta el cerebro, cambiar de humor, sentirse casi siempre felices, como gladiadores contantes de la vida.

Muchas separamos a los amigos del resto de HOMBRES COMUNES CON TESTOSTERONA, trazamos con una regla una línea vertical ficticia que nos hace dividirlos en HOMBRES AMIGOS; HOMBRES AMANTES Y HOMBRES QUE NOS HAN JODIDO, tenemos la capacidad de no mezclar los términos y poder designar a cada cual para cada hombre, con su nivel de testosterona. Nos alegramos cuando el gran amigo quién se encuentra al otro lado de la mesa, pantalla, auricular o hasta de la cama oyente decide quitarse un poco de testosterona del cerebro y hasta de los testículos mismos. Sin embargo, el día que nos damos cuenta que estos hombres, nuestros amigos, son iguales de comunes y mentirosos y HOMBRES CON TESTOSTERONAS detestables, los mandamos a la mierda.

Gaby

martes, 7 de diciembre de 2010

Lo siento

Lo siento, por colocar el mar entre los dos.
Lo siento, porque tu reloj marca seis horas y media de diferencia, mientras tu duermes yo rió, mientras yo duermo tu ríes.
Lo siento, por cambiar nuestro rumbo, por empeñarme en eso.
Lo siento, por salir corriendo una vez más en búsqueda de mis sueños.
Lo siento, por a veces decir lo que siento y lo que no siento, que a veces invento.
Lo siento, por mi sinceridad siempre rival de ti.
Lo siento, por no poder consolarte cuando estás triste, o no animarte cuando estás decaído o abrazarte cuando estás alegre. Lo siento por no estar ahí.
Lo siento, por no entenderte como tú quieres y esperas.
Lo siento, por empezar a agarrar mi esponja de baño e ir quitándome tu olor.
Lo siento, por buscar tu rostro en la calle y no conseguirlo.
Lo siento, por sentir nuevas emociones por otro.
Lo siento, por decidir alejarme de ti.
Lo siento, por no marcar los dígitos de tu móvil.
Lo siento, por verte reflejado en la pared de mi cuarto bajo la luz de la velas y reprocharte tantas cosas.
Lo siento, porque en mis sueños ya no eres tú, el protagonista.
Lo siento, porque estoy perdiendo tu imagen junto a mí, en mi futuro, incluso en mi pasado y aún peor en mi presente.
Lo siento, por descolocarme a veces y escupir tanto rencor.
Lo siento, porque mi alma ya no cuida de ti en las noches.
Lo siento, por buscar una sustitución mejor de ti.
Lo siento, por estar asesinando al inspirador de mi escritura.
Lo siento, por haberte querido tanto y no pertenecerte de manera tangible, ni visible, sino intangible e invisible.
Lo siento, por no ser la mujer que quieres o necesitas, simplemente por ser la amiga.


Gaby

domingo, 5 de diciembre de 2010

Le petit amour fou

00:00 a.m del 11 de noviembre de 2010, marca el reloj de Ximena. Ella cruza el semáforo de la carrer Encarnaciò, sube y sube cuesta arriba, con poco aire en sus pulmones, casi sin respirar, atraviesa la carrer Legalitat, para luego cruzar por Escorial. Apresurada para llegar a su piso y resguardarse del duro frío de invierno, atraviesa la carrer San Lluis y se tropieza con un bóxer de color marrón y grande, que le ladra sin parar, al detenerse se percata que el amo del perro, es su profesor de Filosofía de la universidad, Jordi. Jordi la mira, se le acerca, ella se pone de nervios, no sabe qué decir, tiembla, desconoce si es por frío o por pena, de todos modos le da igual, lo cierto es que sus mejillas la delatan, están rojizas, su manos sudan, saca los guantes del fondo de su bolsillo y se los coloca para disimular su alteración nerviosa, es que la Ximena desde que vio aquel joven guapo, 5 años menor que ella e inteligente, de palabras intensas, entrando al salón, quedo hechizada sin saberlo. ¿Cómo imaginar conseguírselo en medio de la calle?, siendo Barcelona tan grande.

El la interroga, realizándole un par de preguntas que le hacen conocer a esa chica incógnita que desde hace meses le gusta, que la ve todos los lunes y martes en la tercera fila de aquella clase, que desde que entro al aula, lo hipnotizo. El bóxer que se encuentra en medio de los dos, no hace más que mirarlo, el se despide y ella también.

Bruno, el sabio perro, guía una vez más a Jordi hacia Ximena. Ximena, se quita los guantes y le sonríe, el se acerca a ella y le pide que lo acompañe a pasear a Bruno, ella acepta. Entre las calles y plazas de Gràcia, empiezan a platicar de sus vidas, de sus gustos y de la filosofía. Luego de una hora de recorrido, Jordi invita a Ximena a tomar unos vinos, en el bar de la esquina. Ella le acepta la invitación, sin embargo para mañana a la misma hora, quedan en que ella pasará por la carrer San Lluis y se encontrara con él.

00:00 a.m. del 12 de noviembre de 2010, Ximena pica en la puerta 3 el 6-2, contesta Jordi por el otro lado del intercomunicador: “Hola, Bona nit”, la Ximena por el otro lado “Hola Jordi, es Ximena, te espero abajo”. Jordi con su bufanda negra, converse vermell (rojo), vaqueros grises, chaqueta negra, perfume de olor a limón, sonrisa radiante, baja los escalones rápidamente y abre la puerta, del otro lado Ximena, botas negras, vaqueros negros, bufanda vermell, chaqueta negra, olor a mandarinas y mirada picará, no deja de imaginarse besar los labios carnosos de Jordi, bajo las oscuridad de aquel portal.

Se van de marcha, visitan todos los garitos de Gràcia, desde el más pijo hasta el más underground, paran a comer piadinas en plaza de la Virreina y siguen probando la noche bohemia que ofrece Gràcia, hasta llegar a un bareto de luz tenue, de 6 o más parejas dispersas por todo el sitio, intercambiando sensaciones desenfrenadamente, con escritos de poemas a letras negras bajo el fondo de las paredes rojas , y “Sopa de Cabra” sonando (grupo preferido de Jordi) en el tocadiscos del lugar.

Ambos bastante borrachos, por el alto alcohol en sus venas, tomaron vino toda la noche, mezclado con cervezas, con la hierba y la adrenalina que les produce estar juntos. Bailan en medio de la pista eufóricos y no dejan de tataratear “Le petit amour fou”,(El pequeño amor loco) , se ríen sin parar, ella gira sobre sí y en un descuido, los dos allí, en el medio, iluminados por un pequeño foco de luz, sus lenguas danzan, se mueven de manera circular, uniéndose lentamente una a la otra, seduciéndose, sus manos se juntas, formando un solo ser, la lengua de él va penetrando la boca ardiente de ella, los labios de ella van succionado los de él, y allí sin parar, se van deslizando sobre las paredes rayadas, los sofás vacios, salen despavoridos de aquel sitio sin pagar.

Van riendo y riendo, una, dos, tres, muchas veces, se besan, se meten en cada portal de las fincas que ven libres y que los recibe con el silencio y oscuridad de la noche. No paran de lamerse, de besarse, de tocarse, sin palabras, ni promesas, ni mentiras, solo las hormonas aceleradas, se hacen no pensantes, el introduce su mano caliente buscando jugar con la habitante de su cueva, sus dedos llegan hasta su clítoris erecto, ella aprieta sus manos sobre el jersey de él, y luego baja con ellas esculpiendo el sexo de él, se dispone a bajar suavemente su rostro, hasta que su boca se rinde ante al caballero erecto, ella no para de jugar con su lengua, de olerlo, de moverlo, de saborearlo como si fuese el copito de un helado de tiramisú (sabor favorito de ella), él no aguanta, la tumba en la escalera, y como un gladiador, dispone su lengua como arma de batalla para entrar en la cuenca de su feminidad, que le habla, que le grita, que le moja sus labios, sus manos.

Jordi se la come como un durazno fresco, joven, suave, de color hermoso, de sabor inolvidable, solo los gemidos de ella, se escuchan como el aullar de un gato, como el silbido de un grillo o el cantar de un pájaro. El sube y con su lengua visita su vientre, reposa en su ombligo y canta con sus senos, besa sus pezones erectos, agarra su cuello, posee sus labios y ella dispuesta frente a él dispuesto, se abraza a él, lo toma de sus manos para no separase jamás, en la oscuridad de aquel portal a media luz, comenzó “Le petit amour fou”.

Gaby

Me he quitado el anillo

Me he quitado el anillo, aquel anillo de plata con una gema que se ve azul de día y negra de noche, lo he guardado en una cajita de cristal frente a mi cama. Cuando estoy tumbada en ella, he levantado mi mirada y lo he visto de lejos, el brilla cuando mis ojos le dedican unos minutos, se está llenando de paciencia esperando el día que yo decida volver a tenerlo como un acompañante fiel. Sé que la primera vez, que entrantes en mi dedo, prometí que me acompañarías en este recorrido; pero he decidido no cumplir ese compromiso, me siento aún mejor cuando lo tengo lejos de mi anular.

Gaby

viernes, 3 de diciembre de 2010

El y El

El es introvertido, el todo lo contrario, el tiene una sonrisa sobria, poco abre a boca, el otro tiene unos dientes tan blancos como el mármol por eso siempre abre la boca, el se viste de camisa de cuadros y vaqueros azules, el se viste con camisetas ajustadas de colores, que le resalten su cuerpo perfecto, el es gordo y el otro es delgado, uno es peludo, el otro es lampiño, uno es científico, el otro artista, el primero se niega a preguntar una dirección a un desconocido de la calle, confía en su mapa y su en GPS, el otro por facilismos pregunta en cada esquina, uno no tomas fotos y la pocas que hace es al paisaje, el otro toma miles y él es el paisaje, uno lee mucho, el otro nada, el se ha devorado las letras de las enciclopedias para saber, el otro prefiere los programas de tv donde le explican todo, uno es pasivo y tranquilo, el otro nervioso e intranquilo, el católico al extremo, el otro solo un poco, lleva a Dios dentro de él, uno curra muchísimo, el otro está en espera de eso, uno es desordenado, el otro es ordenado, uno es unos años más joven que el otro, uno va al descuido y el otro de punta en blanco, uno ríe mucho, y el otro lo necesario, uno es compasivo, el otro más frío, uno es noble, el otro tiene más malicia, a veces en la cama, el es el que da y el otro recibe; pero juegan y se intercambian, son lo mismo, son iguales. Uno es uno, el otro es otro, pero al estar juntos se funden en uno.

Gaby

El Cafecito

Nos tomamos un cortado, un con leche largo o corto, un guayoyito, americano, instantáneo, un cappuccino, mocaccino, un latex, sin cafeína o con cafeína, caliente o frío, lo tomamos en casa, en la panadería, en la cafetería, en la oficina, por la mañana, tarde o noche, depende de lo adicto que seamos a un buen tinto…El cafecito, ese cafecito que nos despabila, que nos quita el sueño, nos pone activo y nos saluda a primera hora de la mañana, se asemeja a los hombres, queremos un hombre que se deje colar como el café de la mañana, queremos un hombre que como la cafeína nos estimule; pero que no nos haga daño, queremos un hombre para consumirlo frecuentemente , bien sea caliente para invierno y frió para el verano, que como el café, nos despierte y nos acompañe hacer el sobre mesa, que como el café según la semilla que sembremos, mediremos su calidad, que sin oxigeno y sellado al vacio lo podamos conservar por años, que de vez en cuando podamos disfrutar del sabor de un instantáneo, sin endulzarlo demasiado, que como el café siga la éxtasis de su elaboración, lo preparas lentamente y te sientas tomándotelo con mucho placer y gusto.

Gaby

El- Ella-Tu

De un lado el, al otro ella, en el centro tú, pero ella te ve borroso, te empiezas a esfumar, te vuelves transparente para que ella, lo pueda ver a él a través de ti...A ella le gusta, le encanta, ella no deja de seguirlo con su mirada de picará, él la ha pillado y a ella le gusta, y tú ni te enteras, él como un gato silencioso, se acerca, se acerca, sin darle mucha importancia a lo que piense el Irlandés,la inglesa, el colombiano, porque ellos, no paran de mirarlos.Sí, sí hay tensión, ella lo acepta ¿como controlar esa excitación?, es que el no para el flirteo desenfrenado que lleva con ella, el no sabe detener sus ojos que escanean cada detalle del cuerpo, de la piel, de la ropa que lleva ella, ella también , su deseo se le nota a leguas, ella no teme, esta vez está armada, decidida, tú ya no estas tan presente en su vida, ya ella puede empezar con él...
Gaby

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Diciembre

Mes de fiesta, alegría, familia, amigos, unión, todo es permitido; llorar, reír, querer, perdonar, mes donde el frío nos penetra en los huesos; pero tenemos a la familia que nos acobija con una manta gruesa de amor que nos da calor, unos no tan cerca; pero solo con una llamada, nos entra el fervor por el cuerpo y a la vez la nostalgia, mes de la buena mesa, de comida sin límite, donde las dietas del años y los kilos bajados son echados por la ventana, un olor a hallacas, a pavo, a pernil, a pan de jamón dorado, de torta negra, olor a licor, porque siempre hay una excusa para celebrar, no paramos de brindar por los logros obtenidos e incluso por las derrotas, aunque muchos, los que están en miseria absoluta no pueden imaginarse ni que es eso. Mes de nacimiento del niño Dios para los que creen en la navidad y para otros simplemente mes final del año, mes social, de compras, de consumo, a veces apariencias, nos morimos si no estrenamos un vestuario para el 24 o el 31, mes de tradiciones y mitos, si no usamos las bragas amarillas no tendremos fortuna, o rojas no nos llegará el amor, sino sacamos la maleta no viajaremos, sino nos comemos los frijoles, ni las mandarinas e incluso atragantarnos con las uvas del tiempo, no tendremos buena suerte. Diciembre, mes de reflexión, de reencuentros, de fiesta, de reivindicación, pero como llega de rápido, se esfuma velozmente, muchos desean que diciembre perdurara más en el tiempo, porque su adrenalina apodera la realidad y hace que sea un mes donde todo se deja pasar.

Gaby

Mi feminidad

Mi feminidad es lucida, brillante, latiente, no se queja, se planta frente al espejo desnuda, vestida, alegre o triste, se enfrenta a la gente, sus risas, burlas, elogios, falsedades y franqueza, a las miradas bandidas de la calle, a los silencio de la cama bajo la sabanas, a ellos o ellas, a sí misma, se explora, se conoce, revive, duerme, despierta, lucha día a día, cancela las reglas, se nutre de lo externo e interno de la vida. Mi feminidad se apodera de mi útero, de mis ovarios, de mi sexo, de mis senos, dándole la firmeza, de mi piel suave, de mi cara de mujer a veces deformada, de mi cuerpo, de mi alma, de mi cerebro que se deja llevar por ella, esa que me marca, que grita, que explota, desnuda, ferviente, no negociada, no comprada, ni alquilada, no reformada, no se estropea, no es asesina, no es interrumpida, ni aglutinada, no se marcha de mí, no me deja, no me abandona, no me traiciona, siempre está allí.
Gaby