miércoles, 8 de diciembre de 2010

LA TESTOSTERONA

Por más que insistamos en clasificar a nuestros hombres y pongamos el empeño en distribuirlo en los compartimientos de nuestro armario, nos cuesta un motón hacerlo, porque para bien o para mal, los hombres tienen en sus testículos una carga de la detestable TESTOSTERONA.

Sí, esa testosterona que les hace desarrollar músculos, sentirse más fuertes, tener en mayor cantidad apetito sexual, pensar con ella, porque para muchos de sus acciones se les sube la hormona hasta el cerebro, cambiar de humor, sentirse casi siempre felices, como gladiadores contantes de la vida.

Muchas separamos a los amigos del resto de HOMBRES COMUNES CON TESTOSTERONA, trazamos con una regla una línea vertical ficticia que nos hace dividirlos en HOMBRES AMIGOS; HOMBRES AMANTES Y HOMBRES QUE NOS HAN JODIDO, tenemos la capacidad de no mezclar los términos y poder designar a cada cual para cada hombre, con su nivel de testosterona. Nos alegramos cuando el gran amigo quién se encuentra al otro lado de la mesa, pantalla, auricular o hasta de la cama oyente decide quitarse un poco de testosterona del cerebro y hasta de los testículos mismos. Sin embargo, el día que nos damos cuenta que estos hombres, nuestros amigos, son iguales de comunes y mentirosos y HOMBRES CON TESTOSTERONAS detestables, los mandamos a la mierda.

Gaby

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