miércoles, 29 de agosto de 2012

Yo no te busco, yo te espero


















Yo no te busco, yo te espero,
como una gata en la ventana.
Yo no te busco, yo te espero,
porque sé que todavía existes.
Yo no te busco, yo te espero,
en el puerto de mis recuerdos.
Yo no te busco, yo te espero,
en mi presente intangible.
Yo no te busco, yo te espero,
a que regreses de tu reiniciación.
Yo no te busco, yo te espero,
así  fue la promesa.
Maga  

lunes, 27 de agosto de 2012

Destellos


Destellos de tu mirada vacía,
que se apoderan de mi.
Destellos de tu sinceridad,
que me torturan diariamente.
Destellos de tu música
que me visitan en los sueños.
Destellos de tus razones,
que me hacen no comprenderte.
Destellos de tu sonrisa,
que me hace extrañarte. 

Maga 

jueves, 23 de agosto de 2012

Cuando ella regreso...Todo había cambiado


Cuando ella regreso a su pueblo natal, se dio cuenta que todo había cambiado. La señora Juanita, ya no tenía las rosas alegres que solía tener en su jardín. Malena, su amiga de la infancia, ya no era una adolescente alocada, tenía 2 hijos y un marido. El señor Mario, había muerto hace dos años, victima de un relámpago. Jimena y Juan, novios de toda la vida, se habían separado. Felipe, el niño más varonil de la calle, era gay. Las gaviotas no volaban sobre los tejados de las casas, y las  fiestas que solían montarse en las calles, ya no se hacían. Casi nadie, sacaba sus sillas afuera de los portales para cotillear la vida de los otros. La calle estaba sola, la fachadas de las casas restauradas con nuevos diseños, ya no eran las mismas,  la cancha de básquet se había convertido en un gran supermercado, el parque donde juagaba la botellita con sus amigos, era un centro cívico. La plaza, lugar de encuentros de los abuelos, estaba vacía. Al llegar a su casa, saco la llave para abrir la puerta; pero su madre había cambiado la cerradura, cayo en cuenta, que todo había cambiado, que ella ya no permanecía a esa historia. Ella silenciosa y tranquila se sentó el portal, y con un suspirar viajo al pasado.

Al levantar su mirada, vio la profundidad de la calle, y a lo lejos vio acercarse a Miguel, allí se fijo, que no todo cambio. Su eterno amigo y gran amor, venía con un ramo de rosas blancas, en una mano y en la otra traía una botella de vino. Como lo hacía, hace 10 años atrás. Él se sentó a su lado y suspiro junto a ella, sin palabras entre dichas, se miraron frente a frente y en el fondo de sus ojos, se reconocieron y se dieron cuenta que no todo había cambiado, aún quedaba la esencia de esa calle, de esa historia, de esos recuerdos. Sin embargo, la sonrisa brillante de Miguel, ya no era la misma o mejor dicho, ya ella no la veía como antes.

Al trascurrir, las horas, la tarde dio paso la noche, y la noche dio paso a la madrugada. Volando los dos hablaron de sus vivencias durante el tiempo separados. Él la había esperado; pero ella estaba explorando mundo, haciéndose fuerte, ella no lo pensaba como antes; para no dejar de luchar por sus sueños, pero ya con 40, los recuerdos son más fuertes que los sueños. Ella estaba decidida a formar para siempre parte de su vida y Miguel, también lo quería. Sin embargo, ella no había pensado durante esos 10 años, que él se había enamorado, que el había decidido partir su corazón en dos, en añorar un recuerdo intangible y en amar a un presente tangible. Por eso, al aparecer el sol en ese portal de recuerdos, le pidió a ella que fuese parte de su vida eternamente; pero de una forma tangible.  Ella fue desvistiendo poco a poco sus sentimientos; aunque sin saberlo ya era tarde, era muy tarde, Miguel quería casarse y sabía que ella huía a eso por siempre. 

Entonces, ya desde hace mucho había tomado una decisión, que ella no sabía. La cogió de la mano, y le pidió que fuese la testigo de su amor, de un amor que el descubrió hace algún tiempo, y allí en esa misma calle, en el mismo portal donde una vez, se dijeron que se querían, él le pidió que fuese la madrina de su boda.  Ella sin decir nada como siempre lo hacía, acepto.

Cuando ella regreso, todo había cambiado. 

Maga 

Y a veces


Y a veces, la luna seduce al sol.
Y a veces, la golondrina se le olvida ha donde viajo.
Y a veces, la cámara se queda sin película.
Y a veces, el león deja de seguir a su presa.
Y a veces, la cobardía te invade.
Y a veces, el criminal se arrepiente.
Y a veces, existe el perdón.
Y a veces, el artista no puede crear.
Y a veces, la muda habla.
Y a veces, la memoria se borra.
Y a veces, diciendo adiós, te desapegas del dolor.
Y a veces, gritar al viento, te aligera.

Maga  

jueves, 16 de agosto de 2012

Arrebato abatido


Arrebato abatido,
se disgrega en el mar mediterráneo.

Arrebato abatido,
la viajante guiada por el sol.

Arrebato abatido,
sin sentido con quejas que gritan de emoción.

Maga  

Bajo las salinas


Bajo las salinas,
nadaba desnuda.

Iba como un pez en el agua,
buscando compañeros vivos.

Un tiburón isleño, me vio,
con sus ojos azules, color cielo.

Me quito la piel,
bajo aquellas aguas.

Maga  

Una isla en el corazón


Llevo a una isla en el corazón,
como una niña que no deja de querer a su muñeca.
Llevo a una isla en el corazón,
como una flor que necesita del sol.
Llevo una isla en el corazón,
como el escritor con su pluma fuente.
Llevo una isla en el corazón,
como un indio coge su arco.
Llevo una isla en el corazón,
como te llevo sin razón.

Maga  

Cómplice luna


El sol que se refleja en las aguas cristalinas de la isla,
le dan paso a la luna plateada.
Coqueta luna se posa en el agua de la noche,
bandida y cómplice de la hierba,
hacen que te piense, te extrañe y te escriba este poema. 

Maga 

Han pasado tres


Han pasado tres veranos, y el sol del caribe de aquella tarde, se posa en mi ventana.
Han pasado tres historias, y la tuya es la que aún late más.
Han pasado tres años, y sin pensarlo se ha ido rápido
Han pasado tres estrellas, y la brillante me ha llevado hasta tus sueños.
Han pasado tres cometas, y volando en uno ando.
Han pasado tres trenes, y los he perdido.

Maga  

viernes, 3 de agosto de 2012

Perdida anunciada


El jurado de la corte de colorines azules, ha anunciado la perdía del recuerdo bajo el mar. Sus jueces han sacado de sus bolsillos las burbujas y han creado un ambiente irreal. Un beso dado bajo esas aguas cristalinas del Caribe, ha sido denegado, estafado y rechazado. No queda nada que hacer, se ha esfumado, se ha dejado perder. La corte ha enjuiciado a los dos amantes, que negados a continuar el beso bajo el agua, han sido encarcelado con sus recuerdos cristalinos que no han querido ser manchados.

Maga  

Agosto


Agosto llegaste con tu olor a vida, a descubrimiento y reconocimiento. Agosto, no se puede evitar huir de tu llegada, esquivar los recuerdos y luchar contra ellos, es una batalla ya perdida. Está allí, cada día de tu calendario, se repite al pasar de los años. Agosto te desnudaste ante mí, para dejarme conocer el verdadero amor. Ha pasado mucho tiempo; pero cada imagen de ese viaje de agosto se presenta en mi memoria como si fuese hace poco. 

Maga 

Un baile


Una danza voraz, que va apoderándose del cuerpo. Energía individual y compartida en un mismo espacio. De seres danzantes que bailan de arriba abajo, sin vergüenza. Liberan el alma, la angustia y tristeza. La Música del salón sube, y cada uno de ellos forma un círculo, ella en el medio de todos, se va liberando y a un paso acorde; pero alocado, va marcando el ritmo, todos la siguen. La fémina, se siente el centro de miradas de los caballeros danzantes, guerreros apasionados que con sus manos, la van cogiendo hasta alzarla  y es allí donde ella, baja la mirada y reconoce a su compañero de baile,  eterno.

Maga