viernes, 31 de diciembre de 2010

Un Abrazo

Arranco mis brazos, los coloco en el interior de una caja y los envió por correo postal hasta tu puerta. Ellos llegan hasta ti, tú abres la caja, lees una nota que viene desde el otro lado del atlántico, que dice: “Mis brazos son los enviados para darte un abrazo”. Sacas los dos brazos del interior de la caja y te das cuenta que si no está mi cuerpo completo, un abrazo no puede darse.
La distancia y las barreras invisibles nos hacen querer y necesitar abrazar a esa persona que queremos con toda el alma, nos hacen buscarlo en los sueños para abrazarlos y sentirlos o simplemente nos hace querer arrancarnos los brazos y hacerlos llegar hasta él o ella.

Gaby

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