Cabina de metro nº 2. En la butaca junto a la ventana
sentado un niño mago estaba. Jugaba con su gorro y barita mágica. Del fondo,
saco un conejo, lo coloco a su lado, y al decir “abracadabra”, el conejo de
blanco pelaje, se transformó en un anciano sonriente y alegre; quién era un Homelessness
.La gente que estaba a su alrededor se sorprendió, el niño sonrió y con el
anciano se fugó.
“Solo un niño, con su inocencia y esencia no juzga, más
bien sonríe y recibe sin condición, con mucho cariño”.
Maga
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