Semejantes fue tu mirada a la mía
cuando nos vimos por primera vez. Ajenos de los que sentíamos, distantes y en
diferentes mundo; nos reconocimos. Yo salía del mar, rodeado de peces de
colores; tú por tú parte, venías de un bosque verde donde los pajaritos se posaban
en la rama de los árboles. Tu esquivo a mi sonrisa extrovertida, sonreías hacia
dentro de ti, con la feroz gana de arrancarme el vestido, las medias y las
bragas. Al acercarnos, todo se paralizo y como somos tan semejantes, nos atrajimos
sin darnos cuenta de que todo fluía a la perfección. En otra vida fuimos
amantes polares, que sin dudarlo, en esta vida nos tropezamos, sin el mínimo
conocimiento que ya nos habíamos conocido.
Maga
No hay comentarios:
Publicar un comentario