Suelos adoquinados brillantes que reflejan las tristezas y
alegrías de las estatuas que decoran la ciudad. La farola más cálida se ve en
el suelo, con los pasos de los viandantes se producen los sonidos que hacen que
las estatuas muevan sus cuerpos. Al caer la lluvia las huellas se borran y no queda nada.
Maga
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