Estoy de un lado y tú del otro. Dormimos en la misma cama;
pero en lados opuestos. Yo estoy en la izquierda, tu en la derecha. Yo junto a
la pared para aferrarme cuando te niegas ha acariciarme, tu junto a la mesilla
para encender la lámpara cuando el miedo te visita.
Y mientras dormimos, viajamos abrazados a las antípodas.
Allí, todo es ilusorio, no tenemos oposiciones, diferencias y los malos ratos se aliviaban. Podemos ser cada uno
y amarnos sin límites. Somos felices, volábamos entre las nubes, sin pretensiones,
hacemos el amor sin mascaras, sin
mesuras y cada ápice de nuestro cuerpo vibra.
Cuando regresábamos
de las antípodas y despertamos, nos
damos cuenta que no podemos estar despiertos en el mismo lugar.
Maga
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