viernes, 30 de julio de 2010

LA DANZA FRENÉTICA

Oscuridad, luces de neones que bañan caras y cuerpos salvajes que se mueven con una adrenalina delirante en la danza frenética. Sudor, sudor y sudor, gotas que corren aceleradas por los cuellos de los participantes. Sonidos desmedidos de ritmos reconocidos o no en la memoria de los fieles danzantes del subterráneo anónimo. Contra la pared animales desconocidos que se exploran. Manos desenfrenadas que recorren cuerpos y caras incógnitos. Filosofías que se intercambian a través de palabras disfrazadas. Humo que forman figuritas inentendibles en el ambiente. Diversidad de colores que se tocan alterando la vista de los fiesteros. La hierba que hipnotiza la mente de los danzantes. En una esquina ella, en una esquina él. Ella se mueve como una felina cualquiera, cierra y abre los ojos. El callado busca su próxima presa. Ella espera que se acerque el domador de sus emociones. Él busca en qué boca va a librar su lengua. Ella se descuida, el se aprovecha. Ella y él terminan enredados en la danza frenética.

No hay comentarios:

Publicar un comentario