miércoles, 28 de julio de 2010

Que te DÉ...sino en el que no TÉ quite

“Un hombre que te DÉ estabilidad” es una frase que desde muy niñas nos acompaña, se convierte en una sugerencia constante de nuestras madres, abuelas, tías, primas y hasta las amigas que se nos plantan cara a cara sin parar de repetir “tienes que encontrar un hombre que te DÉ estabilidad”. A medida que nos hacemos mujercitas, desde nuestra primera menstruación, cuando cumplimos los esperados 18, luego los 25, después de la crisis de los 30, los 40, los 50 y ya más allá que acá…nos preguntamos y nos respondemos ¿Qué que te DÉ estabilidad?, lo que es estable para unos es inestable para otros y viceversa. Por eso, nos pasamos la vida creyendo que estos argumentos tienen fondo y por ende en una búsqueda interminable de esa estabilidad que te DÉ el hombre de los sueños, pero cuando creemos tenerla y haberla conseguido nos damos cuenta que la estabilidad es una utopía porque los seres humanos estamos en constante cambio. En lo que se refiere a ELLOS, frecuentemente se ven confundidos, en su mayoría, por situaciones amorosas y sexuales que los hacen perderse y volverse inconstante, todo lo contario a la estabilidad que es sinónimo de constancia y espacio seguro, por eso creo que gran parte de los hombres, no nos dan estabilidad, sino al contrario no las quitan. Allí es cuando, nos respondemos y nos damos cuenta que somos nosotras las mujeres que debemos conseguir nuestras propias vías para llegar a la estabilidad, pero no la estabilidad que nos exige o nos enseña la sociedad, sino la que se encuentra muy dentro de nosotras, la que nos habla bajito y nos dice lo que como mujeres divinas e inteligentes que somos, necesitamos. Por eso, creo que nunca es tarde para dejarnos guiar por esa voz y descubrir la verdadera estabilidad desde nuestra solitud. Así podremos no seguir creyendo en el que te DÉ…sino en el que no TÉ quite...

Gaby

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