jueves, 6 de enero de 2011

Dejarlo

Ella ha decido dejarlo. Fue mucho tiempo aferrándose a él; pero es que él si tenía eso, que pocos tienen; la fidelidad a ella. 11 años viéndola llorar, consolándola, sin palabras, sin miradas, solo escuchándola, acompañándola. Disfrutando con ella de fiestas hasta el amanecer, de copas de vino tinto, del cafecito de la tarde, testigo de su sonrisa, cuando ella se posaba a la orilla de la arena, para contemplar al mar, cómplice de conversaciones con amigas y amigos, testigo de sus intimidades y de las de otros. Colaborador para aliviar su ansiedad luego de una faena larga, de una escritura profunda o simplemente cuando ella volvía a encontrarse con el amor. Testigo de los encuentros de ella con sus amantes, el siempre allí para hacer pasarle el placer, o la angustia, la tristeza o alegría. Él quien fue excusa de media mañana para compartir con amigos. El la ayudo a meditar, a controlar rabias, arrebatos que permanentemente ella sufría. El la embriagaba, la adormecía, era el único que la calmaba; pero también la estaba matando por dentro, su aditivo degastaba la respiración, memoria y piel de ella, estaba adicta a él, a todo hora, en todo lugar quería chuparlo, su bolsillo se estaba arruinando para mantenerlo. Ella finalmente se dio cuenta que podía dejarlo.

Gaby

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