domingo, 2 de enero de 2011

Princesas

Cenicienta quien su príncipe azul la rescata de sus crueles hermanas…”El se convierte en el hombre de su vida”.

Bella Durmiente quien su príncipe azul la despierta del profundo sueño…”El se convierte en el hombre de su vida”

Blanca Nieves quien su príncipe azul la devuelve a la vida…”El se convierte en el hombre de su vida”.

Bella quien con su Bestia transformado en príncipe azul viven felices para siempre…”El se convierte en el hombre de su vida”.

La sirenita quien con su príncipe azul, deja su mundo debajo del mar...”El se convierte en el hombre de su vida”.

Jazmín quien con su príncipe Aladdín viaja en su alfombra mágica, descubriendo otros mundos…”El se convierte en el hombre de su vida”.

Al igual que las maravillosas historias de Disney, de un lado están las princesas esperanzadas en que llegue el príncipe azul y se convierta en “el hombre de sus vidas”; del otro están los príncipes quienes desean convertirse en los hombres de la vida de las princesas. La diferencia de la fantasía con la realidad es que nuestros príncipes también quieren convertirse en los príncipes y hombres de la vida de todas las princesas e inclusive de las villanas de los cuentos de hadas, con la diferencia que las villanas poco creen en las palabras de estos príncipes.

También están las princesas, que extraen lo anterior mencionado de la realidad y creen en los cuentos tradicionales de Disney; dejándose camelar por esos príncipes, quienes con sus constantes palabras bonitas, perfumadas con esencias de rosa, vienen hacia ellas cabalgando un buen potro y invitándolas a subir a su silla para hacerlas acompañarles aferradas a su cintura en sus actos heroicos, que con su valor les roban amor eterno a la princesas; pero también le parten el corazón, que con su cara bonita, media sonrisa brillante y mirada profunda magnetizan a la princesa, que con sus manos y fuertes brazos las protegen de los peligros , inclusive de sus propios secretos de realeza, príncipes que se acercan y convierten a las princesas en sus fieles compañeras, príncipes que les hacen creer a las princesas que son su luz en la oscuridad y princesas que suspiran por eso, esperando que ellos se conviertan en “el hombre de sus vidas”. En definitiva el problema está, en que la mayoría de las mujeres creemos ser las princesas y no las villanas. ¿ Qué mujer no ha soñado con ser una princesa de Disney y se ha creído las palabras de los príncipes?

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