viernes, 29 de abril de 2011

Saudade

Saudade, huésped permanente de cada ápice de su cuerpo. Mientras tiembla, por lo dejado, el saudade entra por sus pies, alcanza sus piernas, las inmovilizas, se detiene, se paraliza y luego de un golpe..sazzz...el saudade viaja por sus venas, se aparca en su estomago de donde aún no quiere salir, para que finalmente se rompa en su corazón y así pueda existir el inicio de un fin...



Maga

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