Quitándole las cadenas al tiempo, me he dado cuenta que lo
que he hecho es marcar heridas en mi cuerpo. He degradado mi vientre, mi sexo,
mi mente, mi alma, permitiéndoles a los bandidos que rompan las gruesas cadenas
que me habías atado fuertemente, en aquella época donde construíamos sueños juntos.
Me he equivocado, he puesto una vez más, mis ojos en un ser no
correspondido. Ahora me lamento, de que el tiempo haya me ha demostrado, que lo que he desencadenado, ha sido una tormenta de tristezas, de dudas y
de arrepentimientos.
Maga
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