Príncipes con caballos blancos, de fuertes armaduras, de pómulos rosa, de cabellos lacios, de reinos ricos. Príncipes valientes, luchadores, guerreros, dispuestos a salvar a sus princesas, conquistadores únicos, de voces dulces, de manos suaves y pieles de seda. Él no es un príncipe, entro en mi castillo como bandolero, sin permiso, sin condiciones, sin exigencias, sin palabras bonitas ni románticas, sin principios, ni modales, con deudas pendientes, con rebeldía constate, con manos agrietadas por los años, con un rostro de hombre, no de niño, con un cuerpo de adulto; es un caballero de la noche, de lo oscuro que en el fondo no siendo un principe, tiene una luz que lo baña todo.
Maga
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