Una ciudad que nace día a día entre las nubes, el inmenso mar la cubre de vida, el sol refleja sus rayos en los tejados de la soledad, los turistas van y vienen con sus cámaras, retratándose a ellos mismos, escondiéndose detrás de la ciudad condal. En la misma ciudad, donde los sueños de los estudiantes inmigrantes coinciden, compiten, comparten, luchan, sobreviven. Una ciudad, donde la gente está siempre abierta ha conocerse, para tomar una copa, salir ha bailar, ha cantar, para intercambiar una calada de ilusiones. En la misma ciudad, donde las personas tienen la oportunidad de reinventarse, de redescubrirse, de juntarse. En la misma ciudad, donde se encuentra un amor oportuno; quizás fugaz, demente e intenso.
Maga
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