La emoción
vuelve a desaparecer poco a poco. Y me veo reflejada frente al espejo, con mis
arrugas, con esas arrugas del alma, que se maquillan para salir a la calle. Una
cara altiva que se supone no hace notar la tristeza de que la emoción por tu
presencia se está decidiendo por decir adiós. Una emoción que llega
arrebatadora a mi vida, me complace, es placida; pero al pasar el tiempo se
desvanece para no volver. Esa emoción que poco a poco renuncia a ti, quizás por
tus horarios, tu distancia e indiferencia, por ese oficio que te llena, que te
hace ser tu mismo; pero que ella no la puede sostener.
Maga
No hay comentarios:
Publicar un comentario