La Isla de Margarita, tiene la magia de que al llegar a ella el cuerpo te tiemble, que su humedad penetra entre los huesos, sin querer que se te quite jamás. Respiras mar. Su sol ardiente te envuelve sin darte cuenta, te llena de una brillante
energía. La piel se te tueste, la cara te brilla y el corazón se hace
más sabio. Tiene una banda sonora particular, el golpear de las olas con las rocas, el viento que mueve el mar, la risa de los pescadores, los pájaros, la voz de su gente. El sabor de su comida, que se te queda clavado en el paladar. Con una luna llena que siempre brilla, hace que tus deseos se cumplan. Todo ello, hace que quieras quedarte entre su mar, tierra y gente, para siempre.
Maga
Maga
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