miércoles, 22 de mayo de 2013

Montaña rusa hormonal


Sube la testoterona en mi sangre, cuando él se acerca para pedirme perdón, sin voltear, sigo subiendo en ese coche prestado de ruedas dañadas, el sonido se hace más intenso, cuando el intenta colocar sus manos en mis hombros. Lo consigue, sus manos bajan a mi sexo, y mi oxitocina sube acelerada, me ve a los ojos fijamente, mientras sus manos juguetean allí abajo; pero en un momento, el coche se detiene y él saca sus manos de debajo de mis brajas, haciendo que mi estrogeno disminuya y yo ya no quiera saber más nada de él, mientras que la vasopresina en su sangre vuelve a su estado normal.

Maga

No hay comentarios:

Publicar un comentario