martes, 8 de marzo de 2011

El huésped desconocido, es momento de despertarlo.

¿Cómo despertar ese huésped dormido, que habita dentro de nuestra cueva de la feminidad?, ¿Cómo activar ese órgano inmóvil y silencioso que se refugia muy dentro de nosotras?, ¿Cómo darle la importancia que tiene, esa parte de nuestra sexualidad, que nos da placer, que nos hace gritar, reír y gozar y que muchas se niegan a tocar?

Todas tenemos esas respuestas; el problema es que se nos han limitado, que en nuestro vocabulario común, no se pueda pronunciar la palabra clítoris, que es tan vital, como otro órgano de nuestro cuerpo.

Así como el corazón, con sus latidos, nos da la vida, el clítoris con su estimulación nos da él placer. Allí en esa pequeña cueva, duerme él, sin ser perturbado, es un botón mágico que al ser activado, empieza a despertarse y generar dentro de nosotras las sensaciones más placenteras de nuestro cuerpo.

El clítoris, es la llave que abre esa enorme puerta de sensaciones que habitan dentro de nosotras. Existen dedos que se apoderan de esa llave y no tienen miedo de producir el placer; pero aún hay chicas que por vergüenza, ignorancia y desconocimiento se niegan a hacerlo y pasan de la masturbación femenina.

No podemos dejar de un lado, a los hombres, quien en su mayoría, lo estimulan a medias, otros no saben tocarlo y muchos pasan de él. Por eso, a veces, se les atribuyen una gran puntuación a las chicas, quienes valoran mucho más este órgano.

Gran parte de los chicos, están más pendiente de que su órgano sexual masculino, se ponga eréctil y termine con su función, sin percatarse, que es más fácil y atractivo para ambos, que tanto el órgano de la chica (clítoris) y el del chico (pene) se eleven y ambos como misiles, se junten para producir una explosión de placer.

Sin embargo, el problema no viene siempre de ellos. Existen muchas, pero muchas mujeres, que no saben que tienen este órgano dentro de ellas, no conocen cuál es su función, no logran sentirlo porque han tenido miedo a despertarlo. Han tenido vergüenza a tocarlo, ha encontrar su propio placer, a descubrirlo, ha reconciliarse con él.

Es esencial, que las mujeres empecemos a darle la importancia a este órgano, a aprender a activarlo por nosotras mismas, ha jugar con él, a acariciar nuestra sede de placer femenino, como alguna vez, lo llamo Columbus, en el siglo XVI, ha enseñarle a ellos que no pasen de él. Ha tenerlo presente, ha valorar su función y lo vital que es para una placentera sexualidad.

Vamos chicas, es momento que el huésped dormido despierte.

http://www.megavideo.com/?s=seriesyonkis&v=YA1QSD6C&confirmed=1

Fuente: Programa Odisea.

Maga

1 comentario:

  1. Algunas veces tenemos la convicción de que el hombre es el encargado de darnos placer, y que si no alcanzamos el orgasmo es simplemente por lo mala cama que pudo haber sido el hombre. Sin embargo la experiencia y la madurez te llegan a enseñar que la responsabilidad no solo cae en el otro y que en ese momento cuando dos cuerpos se juntan para intimar, comenzamos a jugar un juego de dos personas y no de una!y es cuando se debe invitar y enseñar al otro como queremos jugar!!

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