Gabrielle Bonheur "Coco" Chanel, nació en Saumur-Francia, el 19 de agosto de 1883 y falleció el 10 de enero de 1971. Hija de un vendedor ambulante y ama de casa. Cuando tenía 12 años de edad, su madre murió y su padre la abandono en un orfanato en el condado de Aurvenia.
Gracias a la falta de afecto, soledad y abandono “Coco” aprendió a coser y desarrollar sus habilidades para la confección. Sin embargo, al cumplir los 17 años de edad, se marcho a un cabaret para dedicarse al oficio de ser cantante.
Ella poseía una belleza única, era una mezcla entre lo varonil, porque llevaba el cabello muy corto y lo femenino, ya que poseía una menuda figura. Al entrar en el mundo del cabaret, se fue convirtiendo en una prostituta, lo que la ayudo a ir recolectando dinero, para que un futuro pudiera realizar sus sueños de convertirse en una gran modista.
Al unirse con el duque de Westminster, empezó a tener contacto directo con el mundo de las telas finas, los hilos, agujas, sonidos de buenas máquinas de coser y olor a lana. Además, de ser una rebelde e impulsiva constante, rompió con los elegantes y aparatosos trajes de fiestas y cóctel de los ricos, para sustituirlos con pantalones y chaquetas de lino, camisas y corbatas.
Posteriormente, “Coco” partió a París, gracias al dinero de su amante, donde pudo establecer su primera tienda de sombreros. Para luego, hacer uno de sus sueños, instalar la primera casa Channel, relacionándose con Etienne Balsan. Ella era un ave libre; pero atada a hombres adinerados de la sociedad europea y a un pasado que negaba constantemente.
Fue entonces, cuando conoció a Arthur “Boy” Capel cuando su feminidad se hizo brillar, enamorándose perdidamente, formando una esperanza de ser esposa y madre de sus hijos. Se convirtió en su amante eterna; pero al morir Capel, Coco se vino abajo. No hubo nadie que lo sustituyera.
A partir de allí, Coco Chanel mutilo el amor y no descanso hasta convertirse en la madre de la moda. Rompió los esquemas tradicionales del diseño del siglo XX, eliminando aquellos trajes exagerados de pieles, flores y siendo más minimalista con el diseño de prendas cómodas, sencillas y simples, sin dejar a un lado las líneas rectas con distinción, lo que fue introduciéndose al mundo de la moda parisina, y llevando arriba su frase célebre:
“Todo lo que es moda pasa de moda”.
No sé conformo con el mercado de alta costura; sino que desarrollo la línea de perfumes Chanel Nº 5. Además, de incursionarse en el diseño de vestuario para actrices como; Katharine Hepburn, Grace Kelly, Elizabeth Taylor y Gloria Swanson.
Sin embargo, posteriormente a sus colaboración como enfermera en la Segunda Guerra Mundial , su reputación se fue al fondo porque se involucro con Walter Schellenberg, de régimen nazi.
Coco negó esto desde un principio y se libró de ello; pero se refugió en su soledad imperante. Una mujer que desde pequeña conoció el abandono, se despego de su infancia y utilizando su cuerpo, como medio para conseguir sueños realizables.
“Todos los días pensaba cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó”.
Así paso su vida, presa a un dolor constante, a un rechazo profundo de su origen; aferrada a su pequeño taller, a crear diseños sencillos y sobrios.
A los 71 años, se levanta nuevamente para seguir trabajando en nuevas tendencias y el mercado de perfumes. Pero 10 años después, la solitaria Coco Chanel , muere junto su sirvienta en la cama de su pequeño departamento ubicado en la Hotel Ritz. A partir de ese momento hasta los tiempos actuales, Coco Chanel es resguarda por cinco leones de piedra en Suiza.
Coco fue una mujer que tuvo un útero de piedra para soportar a todos sus amantes, un cuerpo que se desprendió de lo espiritual para poder hacer sus sueños, una mujer solitaria, una mujer creativa, fuerte, hiperactiva, que no descansó hasta convertirse en LA MADRE DE LA MODA.
Una mujer que colecciono tristezas; pero que las transformo en triunfos, poniendo a trabajar sus agiles manos para mezclar hilos, telas y agujas y así crear una propuesta de moda irreverente, que nunca se olvidará e inclusive muchos olfatos a distancia reconocen la fragancia de Chanel Nº 5.
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