domingo, 17 de marzo de 2013
La amante gustosa
Se ve en la sombra de la arena, la silueta de ella, el sol baña su cuerpo entero desnudo, sus senos redondos, su abdomen perfecto, su pubis, se tuesta. Su olor a guanábana llega hasta él, que del otro lado también desnudo, recibe los rayos del sol del atardecer. El voltea y la mira, ella sigue meditando con sus ojos cerrados, escuchando el sonar de las olas que chocan con las rocas. El sigue mirandola y va hacia ella, entre el sol, la mira de frente, se ilumina su rostro, quien despierta, el encima de ella, la toca, la siente, la devora si darle tiempo a reacción aparente. La amante gustosa, se deja llevar entre los sabores de ambos, abre sus piernas para que el con su lengua, goce de su sabor a guanábana fresca, mientras ella con sus manos no deja de jugar con el malvavisco, que va llevando hasta su entrepierna.
Maga
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