lunes, 8 de noviembre de 2010

Convertir y quitarle a la vez

Convertir tu cuerpo en piedra, para lanzarla al mar y que se pierda.
Convertir tu lengua en una espada, para que corte la mía, cuando se acerque.
Convertir tus manos en fuego, para que cuando me toques, me quemes.
Convertir tu piel en espinas, para que cuando roce con la mía, me saque heridas.
Convertir tu corazón en un puñal, para que me lo claves y me desangres.
Convertir tus pies en una aplanadora, para que me aplastes.
Convertir tu espalda en una tronco liso, para resbalarme cuando lo escale.
Quitarle a mi nariz el olfato, para no recordarte en ninguna parte.
Quitarle a mis ojos la vista, para no ver tu figura.
Quitarle a mi cerebro el hipotálamo, para dejar de soñarte en las noches.
Quitarle a mis labios las sílabas de tu nombre, para no pronunciarte más.
Quitarle a mi espíritu el alma, para no sentirte y que me duela tanto.
Quitarle a mi cuerpo tu hipoteca, para conseguirme un inquilino.
Quitarle a mis oídos el audio, para no escuchar tus bellas palabras, que me seducen.
Convertir esta historia en inexistente, y quitarle la vez lo real que fue.

Gaby

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