jueves, 11 de noviembre de 2010

¿Quién está de turno?

¿Quién está de turno?, quizás ella, o tú o la tercera, que es la felina, la más fuerte, también la más joven, observadora, independiente, la que nunca sale del piso, la que no tiene historias de amor ni de desamor, la que no ha sufrido, no conoce eso, como conocerla sí siempre está mirando desde arriba, hacia al mar, las nubes, el cielo, posada en el balcón ve lo que pasa a su alrededor; porque le aterra lanzarse, vivir la calle, moriría si se enfrentara a los individuos que transitan por ella de aquí o de allá; sin embargo hoy es su turno, hoy le toca a esa pequeñita que va de rincón, en rincón buscando su comodidad, adecuándose a la alfombra del servicio, o la tina, o la oscuridad, la que sale a luz para jugar, ella es así, tan tranquila, individual, busca cariño cuando lo necesita, mientras no sea así, ella va a su ritmo. La felina mira a sus otras dos compañeras de una forma callada y nosotras no sabemos lo que piensa. Ayer fuiste tú, la de melena alborotada castaña, la de piel blanca y ojos pequeños negros, fue tú turno, te aferrabas al sofá, sin decir nada, solo mirabas la luna por la ventana, pensabas en él, en la esencia de su abrazo, que no sabías ¿Por qué lo necesitabas tanto?; mientras tus lágrimas salían y se topaban con tus manos, bajo la música de Marley, te ibas dando cuenta que ese era tu turno. Antes le había tocado a ella, a la morena, a la de piernas largas y sonrisa alegre, con su dolor que mojaba la almohada con sus lágrimas, invadía las paredes de su dormitorio con la tristeza del pasado, buscando respuestas que aun no hallaba, pero con verdades que permanecían guardas.

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