miércoles, 20 de octubre de 2010

La niña

la Luna plateada ilumino el nidal de nubes, minado de estrellas en el cielo oscuro, estrellas fugaces iban y venían, bailaban de arriba hacia abajo, mientras el imponente avión cruzaba el atlántico, en la ventanilla 40 A, dormía la niña, luego de soñar con unas palabras de un pequeño niño, despertó y abrió la ventanilla sus ojos quedaron fijos para presenciar la hora mágica, la luna en su máxima posición, redonda y plateada bañaba con sus pequeños rayos de luz a las nubes, y la niña seguía allí, hipnotizada, tomándole una foto a esa imagen que quedó plasmada en su memoria para siempre, ella le contaba sus secretos a la luna, le pedía a las estrellas fugaces que la invitaran a volar, a las nubes que le sirvieran de cómoda cama y contando estrellas, quería quedarse con ellas, sus cómplices y acompañantes; pero de lejos se fue quedando la luna, una luna que en segundo cambio de plateado a amarillo rojizo, se fue escondiendo, se perdió entre las nubes, el cielo quedo solo con estrellas y la niña luego de un largo rato cerro la ventanilla y apago sus ojos.

1 comentario:

  1. Cada dia que pasa me doy cuenta el poder de libertad que te puede dar el escribir!!!La niña que se refleja en este escrito es la misma que gritaba desde america cuanto europa la habia marcado!!Que alegria me da poder saber que conoci y aprendi a querer a la que nacio en america y que admiro a la que esta en europa!!!

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