miércoles, 20 de octubre de 2010

Papá y mamá reales

Aun siendo niñas, desde muy pequeñinas las mujeres experimentan su deseo de maternidad. ¿Cómo puede ser que niñas de 5 años jueguen que son madres de una muñeca?, es innato. Es difícil, casi imposible, pillar a los varones jugando a darle el tetero a un muñeco y mucho menos junto a la niña. Ellos quieren jugar a papá y mamá, si es verdad; pero solo para cortejar a la chica que le gusta, pero nunca con la intención final de ser padres. Claro, la niña, copia conductas y ve como su madre la atiende, la mima, le da de comer, la viste con ropa multicolores, con diversos accesorios en los cabellos, la perfuma, la pone coqueta y ella como niña repite esta acción con su muñeca, cuestión que el niño no hace, tiene otras curiosidades.

Por eso desde muy pequeñas, a diferencia de los varones, las hembras ya están acondicionadas para ser madres, mientras las niñas juegan a darle un baño de agua caliente a su muñeca, los hombres concentran su atención en coches, avioncitos, motos, futbol, beisbol, karate.

A medida que las mujeres van creciendo, ese instinto maternal innato queda a un lado, se detiene, da un stop. Las adolescentes abandonan los juegos de muñecas, en su mayoría, se avergüenzan de tener una habitación decorada de muñecas, que luego son cambiadas por poster de ídolos musicales, cofres de bisutería, maquillaje, ropa, corcho de fotos con sus amigas, dejan los colores pasteles por colores más fuertes y poseen una cesta gigante de revistas “Tú”. Las chicas dejan de sufrir por sus amadas muñecas, dejan de desvelarse por jugar a ser madres, para empezar a pensar en los chicos, cuando en la época de papa y mama de su niñez no les interesaba los hombrecitos.

Del otro lado están los varones, ellos no cambian, sino que sustituyen, muy diferentes a las niñas, ellos sustituyen cochecitos de plásticos, por cochecitos de control remoto o coches de videos juegos, muchos por coches reales, todos los deportes los quieren hacer y seguir por la tele, radio, la PC y en vivo, alejándose del amor y en querer transformarse en padres.

Sin embargo, en su mayoría (pocas no cumplen el patrón) la mujer luego de la adolescencia, llega a un climax donde recupera el instinto materno, quiere establecerse con una pareja para casarse y hacer realidad ese deseo que lleva innato de ser madre y a su vez se da cuenta que ya los años se le están agotando; pero por otro lado están los varones que todavía necesitan disfrutar de su soltería, establecerse económicamente, poseer casa, carro etc, etc, etc…seguir viendo el fútbol, el béisbol, las motos, la F1 entre amigos, sin complicaciones ni compromisos, al contrario de las mujeres que se empeñan en jugar a la casita…y feliz.

Realmente, las mujeres y los hombres no coinciden en etapas, cuando el hombre se acerca a los 40 años de edad, se dan cuenta que necesitan ser padres, tener una esposa, una casa, un perro, su propia familia, por el miedo a envejecer solo, a diferencia de la mujer, en su mayoría, que ya con esa edad lo que quiere es estar con sus hijos grandes, marido estable, tranquila para tener tiempo para ella o estar ya divorciada sin pensar en hacer una segunda familia.

Si bien es cierto que hombres y mujeres no coinciden en épocas, coinciden en la necesidad de alguna vez en la vida transformarse en papás, por eso alguno de los dos tienen que ceder, para que así puedan jugar a papá y mamá reales.

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