miércoles, 11 de agosto de 2010

CAMBIANDO EL QUE, POR EL COMO

La claridad, ¡ay la claridad!, allí está presente, palpitante, insistente, impulsiva, perturbadora, decidida. La claridad de las cosas, de los objetivos, de las personas, del camino, del agua, del cielo, de las metas, de los sueños, en fin de la VIDA; pero a veces me pregunto ¿Qué es la claridad? , y casi nunca le consigo una respuesta clara, solo lo que más se me aproxima, claridad sinónimo de luminosidad, ¡ay luminosidad!, allí eterna, consistente, radiante, despierta. Sin embargo, a su vez me respondo y me doy cuenta que pasamos la vida buscando la luz al fondo del camino, la claridad de las ideas, de las metas y muy claros, en su mayoría, en lo QUE creemos, QUE queremos, QUE necesitemos, QUE hacer, pero se nos es tan difícil él COMO, COMO creemos, COMO queremos, COMO necesitamos, COMO hacer, es lo que contantemente y claramente nos frena, quizás por miedo, por no aventurarnos, capaz por no romper rutina, o no hacer daño, o sencillamente será que descubrir él COMO de las cosas, de los cambios, de la vida es lo que menos tenemos claro. Creo que en estos tiempo, podemos ir dejando a un lado las tantas cosas QUE estamos claros en hacer, obtener, creer, crear, necesitar y cambiar, para empezar a encontrar la forma de conseguir él COMO hacerlo y así no sentirnos tan perturbados del QUE, porque del QUE conocemos mucho, pero del COMO solo un poco, así podremos conseguir cambiar el QUE, por él COMO.

Gaby

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