Una arruga nueva que se hospeda hoy en tus manos de 102 años. Tus manos tan blancas, han tocada formas universales, pieles de distintos colores, el agua en diversas formas y en muchos sitios, han creado figuras, han construido sueños de muchos, han elaborado sabores, olores que nos han degustado durante estos 102 años. Tus manos han sido las cómplices de tu mente que juntas han llevado a líneas tus pensamientos, tu sabiduría, tu esencia, tu escritura, tus mensajes. Tus manos han secado las lágrimas de muchos, han castigado las travesuras de pocos, han sido consuelo de todos nosotros, cuando por alguna tristeza, nos has dado una palmadita por la espalda, han levantado los cuerpos pequeñitos, que se han posado para ser acobijados por ti, en búsqueda de refugio. Tus manos han sido testigo de una historia fantástica, surrealista, triste, alegre, han sido las defensoras constantes de nuestras raíces, porque han arrancado lo malo y han sembrado lo bueno durante estos 102 años. Tus manos se han escondido bajo la seda, la tela suave y rígida, de tejidos de colores, de guantes de gomas. Tus manos de 102 años han curado el cuerpo débil de niños y las almas frágiles de adultos. Tus manos de 102 años han estado bajo un cielo estrellado, un cielo azul cargado de nubes, un cielo nublado. Tus manos se han unido ha amores infinitos, han tocado el globo terrestre, han hechos formas en el viento, han bailado, han cantando, han felicitado, han hecho figuras en las blancas paredes de tu habitación. Tus manos de 102 años nos han tapado los ojos para no sufrir, ni llorar, ni ver lo malo de la vida. Tus manos nos han llevado por caminos inexplorables, que tú nos guiaste a conocer, a sentir y a vivir. Tus manos nos han dado la vida, tus manos de 102 años nos han mantenido seguros, estables, protegidos. Hoy tus manos le dan la bienvenida a una huésped más, porque ya son 102 años.
A la abuela Petra, que con su esencia y sus manos de 102 años, nos han dado la sabiduría, fuerzas y amor inmenso para seguir construyendo y abriendo caminos con nuestras manos.
Gaby
No hay comentarios:
Publicar un comentario