Matilde siempre Matilde, ¡se hace la tonta!. Ella es como una mariposa pasando inadvertida, con sus ojos grandes, su olfato y tacto bien desarrollados, sobrevolando el mundo con sus alas de colores, a veces diurna o nocturna, con su metamorfosis constante, pasando de un estado a otro y viceversa. Matilde la bipolar, la indecisa, cambiando de humor, de carrera, de amores, de vida, de ciudad, de mundo.
Matilde un día debe plantarse ante Ricardo, quien es el que más se aproxima al reflejo que mira a través de su espejo, unas cuantas veces lo odia y pocas lo ama, otras se le acelera el corazón velozmente o se le detiene lentamente, pero el problema es que Matilde aun no se encuentra lista para acabar o recomenzar con Ricardo.
Matilde tiene pesadillas constantes con ese momento, se come las uñas, esta de nervios, consulta a sus amigas, a sus primas y hasta sus amigos gays que hacer, tiene mucha información y eso la aturde, abruma, la está frenando, es que Matilde en eso que llaman amor ¡se hace la tonta!. Aunque, Matilde le quedan 8 horas para meditar, pensar, escribir, decidir cómo lo va hacer, sin embargo, Matilde cuando lo mire de lejos lo más seguro es que salga corriendo a sus brazos o sea la escapista de siempre, porque Matilde la bipolar, quiere o no quiere, teme o se arriesga, define o no, no tiene términos medios, es extrema, pero muchas veces Matilde, ¡se hace la tonta!.
Gaby
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