Foto: Gala y Dalí
La musa de Dalí, Helena Diakonova, “Gala Dalí”. Gala lo rescato de la demencia y de la muerte anticipada, se convirtió para él en lo visible y lo invisible, fue el puente entro lo imaginario y lo existente, su virgen, su amante eterna, su espíritu impulsador.
El pintor catalán plasmo a Gala en numerosos cuadros y lienzos, la inmortalizo, resalto su anatomía femenina, casi perfecta, lo curó de la locura, ella le devolvió la risa, los sentimientos, la palabra, la riqueza, los sentidos, su sexo, en fin, le cambio la vida al pintor de Figueres.
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